ANA MARÍA MATUTE. LA NIÑA DEL PELO BLANCO
Por Juana Vázquez , 27 junio, 2014
Se nos fue la escritora -siempre niña- que recreaba mundos en donde la magia casi nunca faltaba. Se nos fue Ana María Matute, la autora de tantos libros en los que la fascinación por la ensoñación infantil y lo fantástico se asomaban a sus historias y personajes. Se nos fue esa mujer con voz de niña, dueña de universos misteriosos y profundos. Se nos fue la maga y seductora que nos llevaba de la mano a la orilla de los sueños.
Recuerdo que hace años, en 1996, fui a hacerle una entrevista con motivo de su novela, Olvidado rey Gudu, al viejo hotel Suecia. Subí a su habitación y al saludarme, me dijo: «Tienes los ojos tristes». le contesté que estaba un poco «depre», y me respondió contándome parte de sus últimos diez años dónde lo había pasado muy mal con una gran depresión, de la que había salido hacía poco, cuando empezó a escribir la última novela: «Fue meterme en el mundo de Olvidado rey Gudu, y entrar en otro universo mágico que me trajo a la vida». Conversamos sobre toda la obra, mientras yo iba grabando, y lo mismo aludía a hechos verosímiles que a duendes y gnomos, mezclaba la realidad y la magia de modo natural. Cuando llegué a casa, al transcribir la frase donde ella me decía que lo gnomos y duendes existían se hizo un silencio durante unos segundos, y la cinta saltó, a lo que le seguía a esta afirmación. Me quedé asombrada.
Poco tiempo después la vi en un acto literario en Madrid y le conté lo que me había sucedido al transcribir la entrevista.. No le extrañó nada, y solo me contestó: » Es que los duendes y los gnomos existen y de vez en cuando hacen esas trastadas para hacerse presentes».
Querida Ana Maria Matute, ya estarás en ese mundo mágico donde , gnomos y duendes te rodearán encantados de estar contigo, sin tener que realizar trastadas para hacerse presentes.
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