Muere Paco de Lucía, un genio irrepetible
Por María J. Pérez , 27 febrero, 2014
«Miércoles 26 de febrero de 2014… el dolor ya tiene fecha para nuestra familia. Anoche se nos fue el padre, el hermano, el tío, el amigo y se nos fue el genio Paco de Lucía. No hay consuelo para los que le queremos y le conocemos, pero sabemos que para los que le quieren sin conocerle, tampoco. Por eso, queremos compartir con todos ustedes un abrazo y una lágrima, pero también la convicción de que Paco vivió como quiso y murió jugando con sus hijos al lado del mar. La vida nos lo prestó unos maravillosos años en los que llenó este mundo de belleza y ahora se lo lleva… Gracias por todo… y buen viaje amado maestro».
Con este emotivo comunicado de la familia de Paco de Lucía se conocía a primera hora de la mañana de ayer la triste noticia del fallecimiento del gran maestro de la guitarra flamenca, a los 66 años, en México, como consecuencia de un infarto, mientras jugaba en la playa al fútbol con sus dos hijos pequeños.
«Cuando tocas la guitarra es fácil descomponerte, que se desequilibre tu sistema nervioso, porque la guitarra es muy cabrona, pide mucha precisión», así explicaba el artista en una entrevista en 2004 su pasión por la guitarra a la vez que su eterna fatiga.
Y la llevó por todos los rincones del planeta para tocarla con la inigualable genialidad que siempre le caracterizó, difundiendo y renovando el flamenco con esa obsesión por innovar constantemente. De ese modo actuó por todos los grandes teatros del mundo demostrando que el flamenco no es un género menor, sino que está a la altura de los grandes.
De Algeciras, Francisco Sánchez Gómez de nombre de pila, fue conocido como «Paco, el de Lucía» por su madre portuguesa, Lucía Gomes. Precoz en sus inicios, empezó a tocar la guitarra a los siete años y con tan sólo catorce grabó su primer disco y aunque fiel a sus raíces, ha colaborado con muchos artistas fusionando flamenco con el jazz, blues, música hindú, salsa, bossa nova o música árabe además de interpretar el Concierto de Aranjuez del maestro Rodrigo o a Falla.
Memorables actuaciones en los setenta le dieron su consagración definitiva como la del Palau de Barcelona y la su grabación «Paco en vivo desde el Teatro Real», primer LP de Oro.
La muerte de su gran amigo Camarón de la Isla en 1992, con la que formó pareja artística y que se materializó en diez discos de estudio –entre los que se encuentran El Duende Flamenco y Fuente Caudal-, le llevó a cancelar sus actuaciones durante un año.
Hombre respetado, recibió en 2004 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, y doctor «honoris causa» por la Universidad de Cádiz, entre multitud de reconocimientos públicos.
El inmenso dolor por la pérdida irreparable de este gran maestro no se ha hecho esperar, el mundo de la política, la cultura y el pueblo han rendido su tributo.
De carácter tímido y austero, poco amigo de multitudes, Paco de Lucía dio proyección universal al flamenco, trascendiendo fronteras y estilos. A él le pertenece por derecho propio todo cuanto puede expresarse con las seis cuerdas de la guitarra.
La honestidad en su interpretación y su legado no es de escuela, proviene de la emoción, del alma.
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