POSTALES NAVIDEÑAS DEL AÑO 2014

Ahora que empezamos la Navidad del año 2014 y la hipocresía de los buenos deseos nos inunda de correos, mensajes, y palabras tan bonitas como huecas, quiero dedicar varias postales a diversos compatriotas.

Una se la dedicaría a los más de 5.000.000 de desempleados, teniendo un recuerdo muy especial a los más de 3.500.000 de parados que carecen de protección económica y sanitaria.

Otra se la dedicaría a a los afectados por los recortes de la ayuda a la dependencia, recordando que en el año 2014, las ayudas respecto del año 2013 han disminuido en un 46,7%.

Otra se la dedicaría a todos los que tienen una protección sanitaria y que se han visto obligados a sufrir un repago sanitario cuando deben comprar medicinas, sin olvidar las trabas, dificultades, recortes y desprecio que está sufriendo la sanidad pública, hasta hace poco  modelo de sanidad pública universal admirada en el mundo entero. Un último y significativo ejemplo es el desprecio con el que son tratados los enfermos de hepatitis C, a quienes el medicamento salvador se les comienza a administrar con cuentagotas debido al elevado coste económico del mismo y, entre tanto, se les sigue tratando con la medicación anterior a riesgo cierto del empeoramiento de su salud. Y no conviene olvidar que por elevado que sea ese coste, ni de lejos se acerca a las cifras de dinero público que están “tirando” tanto en inversiones locales inútiles para mayor loa del gobernante como en la condonación de deudas a compañías eléctricas, rescate de autopistas, rescates bancarios y desmanes semejantes.

Otra se la dedicaría a las 11.000.000 de personas en situación de riesgo y exclusión social, recordando, especialmente, a aquellos niños que como consecuencia del cierre de colegios por las vacaciones navideñas se quedan sin la única comida caliente que hacían en el día.

Otra se la dedicaría a esos 580.000 hogares donde no entran ni un euro por rentas del trabajo, por protección del desempleo o por transferencias de la Seguridad Social.

Otra se la dedicaría a todas aquellas personas que por no poder pagar la hipoteca a consecuencia de la crisis, se les está desahuciando, quitándoles la casa y dejándoles en la calle; sin olvidar que, a continuación, el banco se queda como propietario de la misma y el desahuciado como titular de una deuda impagable, momento en el que el banco comienza con su proceso especulativo con la inestimable ayuda de los emergentes “fondos buitres” y el desahuciado con el fantasma del suicidio instalado en su alma.

Otra se la dedicaría a todos aquellos españoles que se han visto obligados a irse de su país para buscar trabajo y dignidad en el extranjero, situación que, como bien dice Almudena Grandes, es una nueva forma de exilio.

Y una última se la dedicaría a todos aquellos, gobernantes o no, que son capaces de intentar reírse de los ciudadanos vendiéndonos medidas insultantes como si fueran panaceas para salir de la crisis; ¿de qué manera debe entenderse que se acuerde una subida del Salario Mínimo Interprofesional en el 0,5%, cuando esta subida supone un incremento de 3 euros mensuales?; ¿de qué manera debe entenderse aprobar una ayuda a parados con más de una año de desempleo de 426 euro mensuales y sin otros ingresos durante seis meses? Y lo peor es que alguna de estas medidas ha tenido el beneplácito de la cúpula de los dos grandes sindicatos – echando por tierra el trabajo honrado y decente de tantos trabajadores sindicalistas- a quienes, en ocasiones, parece que les preocupase más una foto que una defensa de la dignidad del trabajador.

Finalmente, no dedicaría ninguna postal navideña, a quienes nos quieren meter en la cabeza la idea de que la mejoría de algunos datos macroeconómicos, irrelevantes para la inmensa mayoría, son el símbolo y la señal de que la economía se está recuperando, de que estamos saliendo de la crisis y demás patrañas. Prefiero recordarles la información que da la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.) sobre España: la productividad ha aumentado en un 4% y los salarios han disminuido en un 5%.

Señores gobernantes van ustedes por el buen camino para conseguir descubrir que la esclavitud es el mejor sistema económico….para aquellos que mandan de verdad y de los que ustedes son unas simples y obedientes marionetas.