Se cumplió su último deseo
Por daliaferry , 22 noviembre, 2014
Como era su deseo, la duquesa de Alba, reposa a los pies del Cristo de los Gitanos en Sevilla.
Después de un emotivo y multitudinario funeral, en el que toda su familia, en especial su hija Eugenia, y su esposo, Alfonso Diez, pasaron momentos llenos de emoción y llanto, el féretro de Doña Cayetana fue trasladado al cementerio de San Fernando donde fue incinerada. Por la tarde toda su familia recogió sus cenizas y se trasladó a la Iglesia del Cristo de los Gitanos, y depositaron allí parte de las cenizas de la duquesa.
Jacobo, hijo de doña Cayetana, ha afirmado que el acto ha sido “muy emotivo”. “Mi madre estaba muy vinculada a esta iglesia, financió la reforma. Es el lugar donde ella quería estar”.
El Hermano Mayor de la Hermandad del Cristo de los Gitanos, Pepe Moreno, ha definido la ceremonia como “muy emotiva”, comentando que todos han cantado la Salve y se han echado a llorar al escuchar las palabras del sacerdote, Ignacio Sánchez-Dalp, capellán de la Casa de Alba en Sevilla. Cada uno de los hijos de doña Cayetana han ido pasando uno a uno ante la lápida para despedirse de ella, y tras la ceremonia, el templo se ha abierto al público, para que todo aquel que quiera pueda entrar y rendir homenaje a la Duquesa de Alba. La otra parte de las cenizas se llevará al panteón familiar de los Alba en la localidad madrileña de Loeches. Situado en el Monasterio de la Inmaculada Concepción.
A ambos lados de la lápida puede leerse:
“Aquí reposan las cenizas de nuestra Hermana doña Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, Duquesa de Alba. Camarera de Honor de Maria Santísima de las Angustias, Medalla de Oro y gran benefactora de esta Hermandad de los Gitanos, gracias a cuya contribución y ayuda fue posible la reconstrucción de este Santuario. Estará por siempre en la memoria de nuestra Hermandad”.
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