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YO SOY CIEN POR CIEN ‘CASTLELIANA’ ¿Y TÚ?

Por Marisa Arias , 10 noviembre, 2014

Hablar de ‘Castle’ es hablar de una de mis series favoritas. Las razones están claras: engancha con un dialogo policial muy movido. Mucha intriga y mucha acción genialmente mezcladas. Y por supuesto un ingrediente infalible: una pareja protagonista (escritor más detective de policía) de lo más divertida.

Como casi todas las historias de caballeros y bellas damas, empiezan con un ‘érase una vez’. Así arranca esta historia de un escritor de best-sellers cuyas inspiraciones medio policiales medio novelescas lo ayudaban a resolver los casos que en la comisaría neoyorquina iban surgiendo. Pero hay que remontarse al comienzo, a cuando un asesino en serie imitaba los asesinatos de sus libros. Y así el hidalgo escritor conoce a la bella detective colaborando en sus casos como un asesor muy especial.

Nathan Fillion le da vida a este escritor protagonista. Algo infantil en sus salidas y que hace reír muchas veces, pero con mucho encanto a la vez. Sencillamente cae bien. Pasaban los días y poco a poco su relación amistosa con la detective, la reputada Kate Beckett -interpretada por Stana Katic-, se iba convirtiendo en amorosa, como en todos los buenos cuentos románticos. Una mujer tranquila que modera y pone razón al mundo imaginario de su amigo y en estos últimos episodios ¡hasta casi se convierte en esposa de Castle!.

Pero alrededor de Castle también hay un equipo más que unido. Son los policías que buscan las pistas: Kevin, muy educado y siempre bien trajeado, y su inseparable compañero Expósito, extrovertido, algo irónico y actualmente pareja de la médico forense Lanie, muy amiga a su vez de Beckett. Además, una jefa de policía recta y exigente en las normas, Victoria Gates, que prefiere que la llamen ‘señor’. Y no nos olvidemos de la madre del escritor, la veterana Susan Sullivan, interpretando a una antigua actriz de Broadway que junto a su nieta Alexis, una inquieta adolescente hija de Castle, viven juntos en casa del escritor y le da el toque de ‘una familia normal’. Todos forman un equipo más que unido, compenetrado y hasta se diría hermanado, como una gran familia, resolviendo casos independientes pero con un hilo conductor sentimental que siempre los une. En esta temporada, la ‘no boda’ de Castle y Beckett es patente, llena de percances, accidentes, desaparición y circunstancias que dejan cuestiones abiertas para sucesivos episodios, incluido ‘borrado’ de memoria. ¿Por qué esta última situación? ¿Habrá boda al final? Es una unión que esperábamos ansiosamente la mayoría de la audiencia, pero que de cualquier forma no hace que su relación sentimental se deteriore; al contrario, continúa viento en popa.

Viendo el quinto episodio de esta séptima temporada, en el cual el protagonista se introduce en un colegio para investigar a un supuesto testigo de asesinato, es fácil situarlo camuflado como uno más de los niños. Un capítulo como anillo al dedo a la personalidad del protagonista, un escrito de lo más niño que escribe best-sellers para adultos. Semanas atrás Castle y Beckett tuvieron que seguir la pista de un ‘asesino invisible’. En definitiva, casos y más casos diferentes pero que siguen una línea común: dejarse llevar por el pálpito del escritor que conduce a la resolución de los crímenes.

En la siguiente entrega veremos a un asesino que utiliza las redes sociales para colgar la foto de su posible víctima. Un tema de lo más actual: las redes sociales influyen (y demasiado) en nuestras vidas.

Esta serie la podemos ver los lunes en AXN sobre las 22:15 y también los … en Cuatro. Yo soy 100 % ‘castleliana’ ¿Y tú?