Finaliza un pequeño gran festival: Gijón 52 edición
Por José Luis Muñoz , 30 noviembre, 2014
El de Gijón es un pequeño gran festival en el que no abundan las estrellas pero sí el buen cine, como se ha visto a lo largo de los nueve días que ha durado el evento y en el que el público ha tenido la posibilidad de ver más de cien películas entre cortometrajes, largometrajes, documentales, películas de animación y asistir a debates y clases magistrales que han impartido algunos de los artistas presentes como Brillante Mendoza o Terry Gilliam.
El jurado integrado por el director de cine Santiago Zannou, la actriz Natalia Verbeke, el actor Alberto Amman y Cristóbal Arteaga emitió su veredicto premiando a la película Titli, una estimable ópera prima del hindú Kanu Behl rodada en 16 mm, que se lleva el galardón a la mejor película, la Butaca de Oro; Shivani Raghuvanshi, la protagonista femenina de esta dura historia, ha recibido también el premio a la mejor interpretación femenina. El premio al mejor director ha ido para el iraní Nima Javidi por Melbourne, y la película también ha ganado el premio al mejor guión y el del jurado joven. La polaca Life Fels Good se ha llevado el premio Gil Parrondo a la mejor dirección artística, y Dawid Ogrodnik el de mejor actor por su trabajo de tetrapléjico aquejado de parálisis cerebral.
El premio especial del jurado ha ido a la griega Xenia de Panos Koutras. El público, con su voto popular, ha destacado a la española Fuego, el thriller dirigido por Luis Marías que gira alrededor de una venganza aplazada en el tiempo de un policía víctima de la violencia de ETA que interpreta Jose Coronado. La mejor película de animación ha sido Song of the Sea de Tomm Moore. El premio al mejor documental ha ido a otro iraní, Ayat Najafi, por No Land’s Song, sobre la dificultad que tiene la mujer en Irán para expresarse mediante la canción. La crítica especializada del Jurado Firepresci ha premiado a Party Girl, película francesa que es casi un documental. El premio especial del festival fue a Terry Gilliam, de quien se pudo ver The Zero Teorem, su última película. El premio Nacional de Cinematografía Nacho Martínez fue a parar a Imanol Arias por toda su trayectoria actoral. El premio Mujeres de Cine fue para Yvonne Blake, diseñadora de vestuario en infinidad de producciones.
Destaca en la presente edición la presencia del director filipino Brillante Mendoza, epígono de un tipo de cine de ficción con aires de documentalismo antropológico y honda raíz social que con seis de sus films, presentes en la retrospectiva que le ha dedicado el festival (Foster Child, Serbis, Kinatay, Lola, Captive y Sinapupunan), nos ha acercado a la realidad de su país y ha estado presente para debatir ante el público su original forma de hacer cine, apegado a la realidad y deudora del naturalismo cinematográfico.
Los cinéfilos presentes en el Festival de Cine de Gijón han podido degustar, además, extraños y exquisitos manjares en primicia como Mr. Turner del director británico Mike Leigh, que abandona un instante el cine social para ofrecernos una película de época sobre el pintor británico que fue uno de los precursores de los impresionistas, una película nada amable con la vida personal del artista británico que se paseó anteriormente por el Festival de Cannes y obtuvo el premio a la mejor interpretación; o la extrañísima película Under the Skin protagonizada por una Scarlett Johansson vampírica y alienígena, que llegó precedida por el escándalo de los fotogramas de la actriz desnuda colgados en Internet y que, incomprensiblemente no se ha estrenado todavía en España a pesar de datar de 2013. Se paseó también por Gijón el norteamericano Richard Lester, autor de películas emblemáticas como The Knack y los documentales sobre los Beatles ¡Qué noche la de aquel día! y Help, que lleva años retirado del cine, y del que se proyectó Robin y Marian, y las chicas del grupo feminista Femen que presentaron un documental sobre su activismo social y político.
Ha terminado un certamen que lleva 52 años capitaneado con acierto por su joven director Nacho Carballo y en el que los amantes del cine han podido disfrutar de buenas películas en general, por lo que cabe felicitar a los seleccionadores, algunas de las cuales, los de las cinematografías emergentes del sur y de algunos países del este de Europa, difícilmente podrán acceder a los circuitos comerciales. Larga vida a Gijón y hasta el año que viene.
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