Reflexionemos
Por José Luis Muñoz , 24 mayo, 2014
Reflexionemos antes de depositar nuestro voto en la urna mañana, aunque sea tapándonos la nariz, aunque no creamos en esta Europa que unos cuantos nos están montando y ésa sea, precisamente, una razón para ir a votar y no quedarse en casa, porque quedándonos favorecemos a los que nos perjudican.
¿Queremos que nos sigan estrangulando o bien un poco de aire para respirar? Cuando el presidente de la patronal española Sandro Rosell lanza el globo sonda de que los padres dejen de tener privilegios (tener un contrato fijo al parecer lo es) para dárselos a sus hijos en lo que él denomina el gran pacto social, es decir, socializar la miseria y la precariedad a la que nos está condenando el capitalismo salvaje que con la crisis se ha quitado la máscara (¿y por qué no se desprende la patronal de los suyos, reduce sus ganancias y arrima el hombro pagando más impuestos?) y algún iluminado apunta a que no debería existir edad de jubilación, que habría que trabajar hasta morir en el puesto de trabajo, votar es necesario, aunque no es el único camino.
Dentro del parlamento no se consigue todo, pero fuera de él, tampoco. Así es que depositemos la papeleta mañana con mucho tiento, sin cortarnos los dedos con ella.
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