Y Pujol salió a la calle
Por José Luis Muñoz , 9 agosto, 2014
Confieso que no me lo esperaba. Seguramente el expresidente exhonorable lo debe de haber meditado mucho en estos quince días de retiro espiritual en las muchas mansiones que el clan familiar tiene en el Pirineo a uno y otra lado de la frontera, fruto de sus lucrativos negocios, que espero y deseo sean embargadas por orden judicial a la mayor brevedad posible. Pujol no sólo ha salido a la calle, con los brazos cruzados a la espalda, curioso gesto, y sin mirar a nadie, otro de sus característicos tics, sino que no ha rehuido a los periodistas anteayer (ayer sí), ha hablado con ellos como si no hubiera pasado nada y, aunque diga que la suya no es una situación cómoda, su actitud viene a decirnos lo contrario. El expresidente exhonorable parecía tener de nuevo las riendas del poder mientras recorría las calles de Queralbs y por ellas se sentía un virrey. Tiene uno la sensación de que el pobre andaba falto de protagonismo.
El hombre que salía del vientre de Arnold Schwarzenegger en Desafío total de Paul Verhoven, el Yoda de La guerra de las galaxias, Jordi Pujol i Soley, me ha decepcionado en este sainete vulgar que escenificará no muy tarde Albert Boadella cuando deje de dar besos en la boca a Esperanza Aguirre. En mi ingenuidad creía que el patricio catalán se abriría las venas en la bañera después de volar la cabeza a los suyos con una recortada (cosas del género negro, disculpen: deformación profesional), y no. Ni él ni sus hijos (ayer vimos a un Oriol Pujol altanero y amenazante porque le fotografiaban) se avergüenzan de nada, seguramente porque son una pandilla de pijos, porque no olvidemos que los Pujol lo son, que no tienen vergüenza.
En la banda, porque ésta es una banda aunque no vayan con pistolas Calibre 38, como la del Grisson Gang, un clan familiar en la época de la depresión que inmortalizó el gran Robert Aldrich en una de sus películas, todos tenían su papel, hasta la matriarca que llamaba para asegurarse de que la pasta llegaba a su destino. De sus siete hijos creo, que alguien me corrija si me equivoco, sólo hay una libre de pecado que debe de ser la oveja negra de la familia. Uno cobraba comisiones a todas las empresas y facturaba trabajos inexistentes para comprarse flotillas de deportivos y mansiones; otro daba licencias de ITV al por mayor; había quien tomaba el dinero y corría a Andorra, Suiza y a las islas del Canal de la Mancha; a otro lo vieron por una pista embarrada de un país sudamericano conduciendo una camioneta cargada de dólares; y el padre, como mínimo, ocultando una herencia a su hermana, que imagino no le hablará por el resto de sus días, y defraudando durante 32 años al fisco, es decir, a nosotros. Tienen suerte los Pujol de no haber nacido en China: ya habrían sido fusilados.
Lo escandaloso es que estos futuros justiciables no sigan escondidos, avergonzados por sus conductas deshonrosas, y que puedan pasear impunemente, para nuestro escarnio, por la geografía catalana como si nada. Podrán decir que el patriarca da la cara. Yo remataría: ¡Qué cara tan dura! Bueno sería, además de la ineludible presencia del expresidente exhonorable en el Parlament para dar toda clase de explicaciones y empezar a expiar su pena, que se les retirara a todos, empezando por el mismo, el pasaporte, y se les empezara a pedir fianzas para eludir la cárcel. Espero que estas medidas lleguen pronto. La justicia tiene sus tiempos.
En lo político está tardando mucho CDC en expulsar al indeseable Pujol del partido que él fundó y que enfanga en el último tramo de su vida. Artur Mas se ha declarado triste, pero debería haber añadido indignado. Tras haberle desposeído del título de honorable, declarársele persona non grata en Cataluña no estaría de más. Personas como él degradan la imagen de los políticos y dan la razón a Podemos: hay una clase de personas que entran en la política para forrarse a costa de lo ajeno. La doctrina Zaplana la aplicaron Jordi Pujol y sus chicos durante muchos años.
¿La UDEF? ¿Oiga, qué es eso de la UDEF?
Comentarios recientes