20.000 días en la tierra, de Rain Forsyth y Jane Polar
Por José Luis Muñoz , 16 noviembre, 2014
Búsquese un artista que no sea narcisista. No lo hay. Artista rima con estrella, y lo que caracteriza a un astro es su brillo. Recuerdo la voz engolada de Orson Welles. También la de Bigas Luna. El genio ha de creérselo, y así crece.
Nick Cave es músico, compositor y escritor, además de tener un ego superlativo con el que juega con desfachatez en un film que es una hibridación genérica. En 20.000 días en la Tierra, film británico entre el documental y la ficción dirigido por Rain Forsyth y Jane Polar, responsables también del guion, el músico se psicoanaliza en un diván; nos explica lo que pensaba su padre de él; rememora un concierto de Nina Simone que le impactó porque de él extrajo la capacidad que tienen los artistas para transformarse en el escenario y porque al acabar de cantar la diva negra pidió, por ese orden, o más bien exigió, porque era una cantante de carácter, champán, cocaína y una salchicha; habla de las dificultades que tuvo Jerry Lee Lewis, The Killer, para subirse encima de su piano en uno de sus conciertos por el alcohol que lastraba su elasticidad; y recoge, además, algunas de sus explosivas actuaciones, quizá lo más destacable de la película, y una breve aparición de Kiley Minogue que lo adula desde el sillón de pasajera de un coche que conduce el músico.
Nick Cave se levanta, desayuna, va a ver a unos amigos paseando por el paisaje lluvioso de Brighton, y habla de sí mismo hasta la extenuación. Nick Cave, que lleva aproximadamente 20.000 días sobre la tierra, habla de lo que le gustaría cuando repose un millón de años o más bajo ella. El músico, que también ha sido actor ocasional en Johnny Suede, El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, domina los planos con su presencia elegante de dandy vampírico porque la película me suena, en su estética, a la última de Jim Jarmush Solo los amantes sobreviven. La fotografía es oscura, deliberadamente, y en los exteriores, mayoritariamente nocturnos, no brilla nunca el sol cuando es de día para resaltar el carácter tenebroso del músico. Quizá sea un genio, pero, sobre todo, se lo cree.
Lo que daría para un mediometraje se alarga incomprensiblemente hasta los 97 minutos y el espectador puede exigir algo más de música del astro, pero no, éste le ofrece palabras. Del spot egocéntrico que es 20.000 días en la Tierra me quedo con la música, escasa, de Nick Caven, pero prescindo de toda su verborrea. La película fue premiada en el último festival de Sundance a la mejor dirección y al mejor montaje. Nuevo misterio para una película especialmente pensada para adictos del músico.
Título original: 20.000 Days on Earth
País: R.U.
Año de producción: 2014
Género: documental biográfico musical
Duración: 95 minutos
Director: Rain Forsyth y Jane Polar
Estreno en España: 7/11/2014
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