¿Agua en la Luna?
Por Juan F. Trillo , 27 octubre, 2020
Por Juan F. Trillo.
Esta misma semana, los medios de comunicación están difundiendo una noticia según la cual la agencia espacial estadounidense, NASA, habría informado del hallazgo de agua en la Luna. Al parecer y según dichos informes, el agua estaría atrapada en algunas cavidades y en ciertas zonas de sombra, en el área luminosa del satélite.
Según los científicos las cantidades serían muy reducidas y apenas llegarían al uno por ciento del agua existente en el desierto del Sahara. Sin embargo, la noticia ha disparado el optimismo, pues se trata de un recurso natural que, incluso en pequeñas cantidades, facilitaría en gran medida la colonización del satélite, que la NASA tiene intención de llevar a cabo a lo largo de las próximas décadas.
Por una parte, el hidrógeno presente en el agua sería una excelente fuente de energía, y resolvería uno de los mayores problemas con los que se enfrentan los ingenieros a la hora de diseñar las naves espaciales y los futuros asentamientos humanos en el satélite. Trasladar el combustible desde la tierra resulta enormemente costoso y a penas compensa la inversión energética requerida para ello. Por esa razón, una fuente de hidrógeno sobre el satélite simplificaría mucho las cosas a la hora de generar la energía necesaria para sostener la vida de una colonia. Por otro lado, el agua sería una excelente fuente de oxígeno, necesario para respirar, algo que, de nuevo, puede ser trasladado desde la Tierra, pero a un alto costo. Y, por último, el agua en sí misma es un elemento imprescindible para la supervivencia de los primeros colonos, como bebida y para cultivar alimentos. Por todo ello, la existencia de agua, en estado sólido o líquido, sobre la Luna permitiría a la futura colonia alcanzar una hipotética autosuficiencia y autoabastecerse de los recursos necesarios para sostener una permanencia indefinida.
Sin embargo, en el espacio las cosas nunca son tan sencillas como parecen en un primer momento y conviene leer detenidamente la información facilitada por la agencia espacial estadounidense. A pesar de que los titulares de muchos medios de comunicación afirman que “se ha encontrado agua”, la realidad es que lo que se ha encontrado son ciertas señales espectroscópicas que se asocian habitualmente al agua. Viene a ser el equivalente al viejo refrán que dice: “Donde hay humo, hay fuego”, lo que no necesariamente es siempre cierto.
En este caso, y por el momento, nadie ha visto el agua y esta no es la primera vez que salta una noticia similar afirmando la existencia de este elemento en distintos cuerpos del sistema solar, para aclarar más tarde que, en realidad, “podría existir” con mayor o menor probabilidad. Muchas de las notas de prensa que se abren con afirmaciones inequívocas, como “hay”, “existe” o “han encontrado”, no tardan en pasar al modo potencial: “habría” o “sería”, acompañado de la coletilla “de confirmarse”. Cuando se encuentre por fin el agua, tendremos motivos para alegrarnos, pero ese día todavía no ha llegado.
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