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Ahora… ya es ayer

Por Nicolás Melini , 9 noviembre, 2014

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6/noviembre/2014

No me imagino yo una España incómoda en Europa, enfrentada a EE.UU. Una cosa es saber y ser conscientes de que lo que nos ha sucedido es en gran medida responsabilidad de estos (Consenso de Washington, crisis financiera que viene de allí, FMI, pérdida de soberanía, telefonazo de Obama a Zapatero, los mercados atacando a España, la Merkel & co. obligando al empobrecimiento, mercados y élite española beneficiándose de la crisis, enriquecidos) y otra cosa es iniciar una senda de enfrentamiento ideológico contra todos ellos, que no puede más que tener malas consecuencias para nosotros, la retirada paulatina de otra serie de cosas que nos benefician como sociedad y que son de interés general. Hay que saber qué batallas merece la pena librar. Yo diría que Podemos gobernará: esperemos que les asista el sentido común.

 

5/noviembre/2014

Interesante. Curiosamente, esta mañana estaba pensando que una de las razones por las cuales PP y Psoe se están yendo al garete es porque han mantenido abiertos los canales con la “cúspide” empresarial pero cerrado cualquier posible canal con la gente. No puede ser que si cualquier persona tiene una inquietud o una idea sensata que crea que deba ser considerada por los políticos, no pueda recurrir más que a la protesta y la recogida de firmas, al pataleo en la redes, etc., existiendo el correo electrónico. Hace tiempo que tenían que haber promovido que la gente participe. Y, sobre todo, hace mucho que tenían que haber conseguido que, cuando la gente participara correctamente, viera algún tipo de resultado. Las grandes empresas, los lobby, los bancos, invitan a comer a los diputados y los presionan (reconocido por los propios diputados: si no haces lo que quieren, te puedes encontrar con que algún medio de comunicación te ponga a caer de un burro). Así estamos.

 

4/noviembre/2014

Algunos bancos, y para allá quieren ir todos, están hostigando a los clientes para que se hagan tarjeta para sacar dinero en los cajeros, con la amenaza de no atenderles por ventanilla la próxima vez, porque piensan poner unos mínimos de retirada de efectivo por ventanilla de cientos de euros y echar o prejubilar a muchos de sus empleados de ventanilla. Yo no dudo que ese pueda ser el futuro, pero, ¿ahora?

-Más gente a la calle. Menos gente trabajando.
-Ahora la tarjeta te la hacen sin pedirte comisión. Luego, cuando todo el mundo la tenga, ya se verá.

Cautivos y desarmados una vez más.

Por cierto, ¿es esto legal? ¿Quién ha legislado esto para que esto sea posible? ¿Quién lo está permitiendo?

[Esto no lo he leído en ningún sitio. ¿Se ha publicado en algún medio algo sobre esto? La información es de primera mano, como cliente y de empleados].

 

2/noviembre/2014

10 cosas que le pedirías al próximo gobierno.

Las mías a vuela pluma:
1. Que pare los desahucios, dé marcha atrás a los abusos de los bancos y legisle para que algo así no vuelva a suceder.
2. Que detenga la vulneración de derechos humanos en las fronteras.
3. Que cambie el modelo productivo del país.
4. Que reparta más y mejor los recursos del país.
5. Que potencie la educación pública y la sanidad pública.
6. Empleo.
7. Que potencie la cultura mediante exenciones fiscales y ayudas directas.
8. Que garantice las pensiones.
9. Que haga un buen plan de vivienda social y consiga que la vivienda baje de precio.
10. Menos especulación y menos manga ancha con los intereses de las grandes corporaciones cuando estos entran en conflicto con el interés común.

 

2/noviembre/2014

Se diría que la trama púnica (su captura) ha despertado unas ganas inusitadas de algunos de ir a por Rajoy. Y no son precisamente de la oposición, ni de Podemos. ¿Será que temen que sea o Rajoy o ellos? Han puesto sus barbas en remojo. Cuando dicen que hay que parar la corrupción o el PP se irá al carajo, tal vez lo que quieren decir es que se tiene que acabar lo de pillar a los corruptos del PP y meterlos en el trullo o no tendrán opciones en las próximas elecciones. ¿STOP corrupción? No, STOP investigaciones. Ya se dieron cuenta de que el cabecilla actual de las pesquisas contra los corruptos del PP podría ser el propio presidente del gobierno, del PP. A por él. Esperemos que Rajoy, todavía, se lleve a unos cuantos por delante.

 

28/octubre/2014

Sus tiempos no son los nuestros: cuando tenían que haber pedido perdón, tiraron de chulería; ahora que deberían dimitir, piden perdón. @PPopular.

El @PSOE propone medidas contra la corrupción. ¿Ahora? Como las medidas contra los desahucios. Para nada. Maquillaje. Mejor no lo hicieran.

 

19/octubre/2014

Hoy ha venido a comer a casa uno de esos emigrantes que saltan la valla de melilla. Sólo que él vino a España a finales de los 90, con Aznar en el gobierno (el milagro económico). Así que no tuvo que pasar las penurias de ahora. Él no tuvo que saltar una valla de seis metros. Entonces la valla era de apenas un metro y se caía a pedazos por todos lados, había agujeros en todos sitios, pasabas y los guardias civiles te subían a un coche y te llevaban a Cruz Roja. Y ya estabas en España. Lo único, que si no pagabas a los gendarmes marroquíes, a lo mejor no te dejaban pasar hasta la valla. Él ni siquiera tuvo que caminar mucho. Vino en coche. De Casablanca a Rabat, por ejemplo, él y otros cuatro que iban con él tomaron un taxi. Si no, tomaban un autobús, y llevaban dinero suficiente. Fue llegar a la frontera y pasar, sin esperar meses o años en montes. A veces creo que todo el problema de la valla se resolvería fácil si, de pronto, los constructores españoles volvieran a necesitar buena mano de obra barata. Que ese es todo el secreto, que ellos necesiten o no necesiten. Nuestro amigo lleva ya muchos años entre nosotros. Ahora trabaja en una planta de reciclaje.

 

9/octubre/2014

Maniobra de distracción. Entretenimiento puro y duro. Siempre que un miembro del Gobierno está en apuros aparece esta clase de “caballería”, dispuesta a inmolarse intelectualmente para dispersar la presión sobre los jefes. Ahora le tocó a este. Suelta cuatro barbaridades e idioteces diseñadas para llamar la atención de quienes piden la dimisión de la Ministra, y a torear.

Y por qué debería dimitir:

1. Por prestarse a hacer esta clase de política.
2. Por atacar a una ciudadana enferma (lo haría con cualquiera de nosotros, todos nosotros somos ella hoy), y de paso reírse de aquellos para quienes se supone que trabaja.
3. Por cobarde. Porque lo mínimo que habría que pedirle es que deje a un lado a la enfermera, enferma por decisiones que han tomado sus jefes, como él mismo, y la única valiente de todos ellos, pues es la única que se ha encarado con el ébola, lo que le puede costar la vida.
4. Porque si hace esto, luego, sin duda, se lo cobrará (y Ana Mato o el Gobierno que se lo pague): así que para que, dimitido y apartado del poder, tenga algo más difícil lo de cobrárselo.
5. Porque los gobernantes tienen que, al menos, parecer buenas personas, y cuando se demuestra que son malas personas, lo que toca es que desaparezcan de la vida pública, que dimitan y no vuelvan.

 

16/agosto/2014

En los años que llevo leyendo periódicos, nunca antes fui tan consciente como ahora de que no puedo permitirme fiarme de lo que nos cuentan. Ahora más que nunca esta sensación de inseguridad respecto de lo que es cierto o no lo es, lo que es verdad o es interesado. Es como si el poder hubiese activado una centrifugadora que mezcla y difunde verdades, medias verdades, mentiras, medias mentiras, con el fin de confundirnos y aturullarnos hasta el extremo que desistamos de abrazar causa alguna.

 

14/agosto/2014

FOX califica de “cobarde” (¿de la pradera?) a Robin Williams por su suicidio.

Bueno, se ve que quieren “innovar”.

Pero, ¿hay algo de malo en su sentencia? ¿Es verdad o es mentira que quien se suicida es un “cobarde”? La valentía, ¿es un valor que pueda evitar suicidios? Si fuese así, oiga, llamar cobardes a los suicidas podría tener alguna eficacia.

Veamos. Sí, podría ser que la valentía ante el propio sufrimiento, ante el dolor continuado y reiterado, fuera de alguna ayuda. Hay quien, cuando se encuentra en el pozo más atroz y sin vislumbre de salida, encuentra la lucidez para decirse a sí mismo que, por muy mal que se encuentre, por muy brutal que el dolor o la sensación de vacío sea, no durará para siempre. Y es así, no dura para siempre. Y eso ayuda, claro. Pero eso tal vez tenga más que ver con la lucidez que con la valentía. Y la lucidez se pierde, y la valentía, también. ¿Y cómo seguir siendo lucidos y valientes cuando ya nada de eso queda?

Lo de Fox es un calificativo ideológico (y ya sabemos que la ideología es un instrumento para la transformación social y, por ello, sospechosa de retorcer la realidad y la verdad para sus propios fines). Simplifica la cuestión hasta un extremo insultante y peligroso.

En realidad, el calificativo de “cobarde” que aplican al suicida Robin, no es más que parte de su “negación” del problema (negación de la existencia de depresiones, negación de la posibilidad de caer ellos mismos en un pozo tal que se vean ahí, donde se ha visto Robin Williams, negación de un dolor o vacío tan extremo exista y, por tanto, ellos mismos pudieran padecerlo). Negar es la peor manera de afrontar un problema. Lo que resuelve un problema es el conocimiento, no la negación. Y la negación (en este caso) sí es hija directa de la cobardía.

En realidad, los cobardes son ellos, los de la FOX. Se cagan por las patas abajo de solo pensar en un sufrimiento tal. Cobardes e ignorantes. O ignorantes por cobardes.

Claro que no importa que sean cobardes. La cobardía es algo propio de nosotros, los seres humanos. Está bien. Es normal. Tendrán que afrontarla.

Pero que no traten de transformar la sociedad con eso.

 

2/agosto/2014

España es un país rico. De noche, parece una nave espacial. Tanta energía, tanta luz. Es brutal la energía de España. En una ocasión llegué a Dakar de noche y, mirando desde el avión, la ciudad parecía un agujero oscuro. En el sur de Senegal, después de cenar, salíamos todos (mi bebé de 1 año y yo bien embadurnados de repelente), al patio de tierra delante de la casa. Y allí las madres se tendían en el suelo, sobre telas, con sus niños más pequeños, que se iban durmiendo, y todos los demás conversábamos en la oscuridad. La única farola de la calle no alcanzaba a alumbrar el suelo justo debajo de ella, y así era toda la ciudad. Yo no me enteraba mucho de las conversaciones, claro –en wolof, en diola–, salvo aquellas palabras en francés que se les suele colar entra las de sus idiomas, pero siempre había alguien que me traducía algo o se dirigía a mí en inglés. Y así pasaban las horas, sentados y tendidos en la oscuridad, visitas improvisadas de quien pasaba y entraba al patio, salidas y llegadas de los que tuvieran que hacer algo afuera… todo a oscuras… hasta la hora en la que todos nos íbamos a dormir. Supongo que cuando hay tanta gente en una casa (tantos niños y jóvenes; de varias parejas… hermanos, primos…), más vale organizarse para algunas cosas. Cuando regresé a Madrid, también de noche, y miré la ciudad desde lo alto, toda esa energía, tuve la sensación de alcanzar otro planeta, una civilización extraterrestre; ajena, además; inverosímil, por supuesto.


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