Alicia Koplowitz dona un cuadro de Madrazo al Museo del Prado
Por María J. Pérez , 8 mayo, 2018
Alicia Koplowitz ha donado al Museo del Prado un retrato femenino de Federico de Madrazo de 1852. La obra es una de las más relevantes del periodo de madurez del pintor. Aunque la donación se materializó el pasado mes de abril no ha sido hasta ayer lunes cuando ha sido expuesta en la sala 62B de la pinacoteca madrileña junto con otras obras del artista.
El retrato muestra a doña Josefa del Águila y Ceballos Alvarado y Álvarez de Faria, luego marquesa de Espeja (1826- 1888), casada con José María Narváez, II vizconde de Aliatar y II duque de Valencia, cuando contaba con veintiséis años, aunque fue completado dos años más tarde por el pintor. Este detalle se sabe por la reflectografía infrarroja que ha sacado a la luz algunos arrepentimientos. En un inicio, la retratada miraba de frente, pero el pintor realizó una modificación para que mirara a lo lejos. A través de la representada, Madrazo muestra la elegancia propia de la mujer en la época y el refinamiento en las transparencias del vestido de encaje, el chal bordado y el tocado de plumas tratados con una pincelada capaz de perfilar con virtuosa minuciosidad cada detalle. El fondo, tras la escalinata con balaustrada, de un parque con altos árboles y cielo azul está tratado con una pincelada amplia.
La sala ha sido reestructurada para que la marquesa de Espeja comparta espacio con otras importantes obras de Madrazo como la condesa de Vilches, Saturnina Canaleta de Girona, la marquesa de Montelo o Sabina Seupham Spalding. Aunque el óleo donado por la coleccionista se encontraba en buen estado de conservación, ha pasado por el taller de restauración del Museo del Prado junto a su marco isabelino original que también ha sido restaurado, según ha explicado Javier Barón, jefe de Conservación de Pintura del XIX del museo.
No es la primera vez que el lienzo se expone en una de las salas del museo, ya que pudo verse en la exposición monográfica dedicada a Madrazo en 1994 y desde entonces era uno de los objetivos prioritarios de las colecciones de la institución, carentes de un retrato femenino de cuerpo entero de la década de 1850, periodo de mayor madurez y calidad en la trayectoria artística de Federico de Madrazo, uno de los mejores retratistas españoles en esa época y de gran fama internacional.
«Un regalo por los 200 años del museo» como ha apuntado Miguel Falomir, director del Prado, que junto a José Pedro Pérez-Llorca, presidente del Patronato, han subrayado la generosidad de Alicia Koplowitz, que servirá de estímulo para que cunda el ejemplo y, como ha asegurado Falomir, «Cada donación llama a otra».
La adquisición se realizó cuando los herederos de doña Josefa del Águila, la familia Narváez, decidieron vender la obra por 300.000 euros a la empresaria, quien decidió comprarlo, no para su colección, en la que hay una fuerte presencia femenina, sino para el Prado. Alicia Koplowitz no acudió al acto de ayer, para evitar protagonismo, pero sí estuvieron presentes sus hijos Pedro y Alberto, y la conservadora de su colección, Almudena Ros, quien señaló que «ha sido para ella un honor contribuir al museo con esta donación».
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