ASIA BIBI, CONDENADA A MUERTE POR BLASFEMIA

 

El error de esta mujer condenada a la horca fue derramar un poco de agua con sus manos cristianas. Unas vecinas musulmanas la habían denunciado por contaminar el agua que bebían al tocar el recipiente con sus dedos «impuros». Un año después, el 8 de noviembre, Asia Bibi fue condenada a muerte por un tribunal de primera instancia. Su caso ha estado pendiente de apelación durante cuatro años y ahora su sentencia de muerte continúa en pie.

Según Haroon Barkat Masih, Director de la “Masihi Foundation” que trabaja en Pakistán para la mejora de la vida de los cristianos y también en la defensa de los cristianos acusados falsamente de blasfemia, “hay demasiados intereses en juego detrás del caso de Asia Bibi. Demasiados poderes fuertes y demasiada presión que, al final, cubren y terminan por pisotear la verdad de los hechos”
En declaraciones a la agencia vaticana Fides, Masih señala: “Hay muchos elementos que no inducen al optimismo. Basta recordar que sobre Asia todavía se cierne una recompensa prometida por un imán, que premia a quienes la maten”, aunque “las presiones y la movilización internacional pueden ser útiles”.

Aún queda una posibilidad para Asia Bibi, y es la Corte suprema: “Mis abogados están muy confiados en que el Tribunal Supremo anulará esta sentencia”, afirma el marido de Asia Bibi.

La declaración del demandante se basa en rumores, ya que el imán no estaba presente en el altercado en el que Asia habría insultado al Profeta. Ni el denunciante escuchó directamente ninguna expresión blasfema por parte de la demandada.
Además, la denuncia se llevó a cabo el 19 de junio, es decir seis días después de que ocurriese el supuesto acto de blasfemia (que se habría producido el 14 de junio).

Esta humilde campesina fue denunciada por blasfemia el 19 de junio 2009 por el mulá musulmán Qari Muhammad Salam después de un juicio ante el Tribunal de Primera Instancia de Nankana Sahib, Asia Bibi fue condenada a la pena de muerte el 8 de noviembre de 2010.

Su caso ha generado tanto el país como en la comunidad internacional un amplio debate y dos políticos que han tratado de defenderla, declarando su inocencia, han sido asesinados en Pakistán: el musulmán Salman Taseer, gobernador de la provincia de Punjab, asesinado el 4 de enero de 2011, y el católico Shabaz Bhatti, entonces Ministro Federal para las Minorías, que fue asesinado el 2 de marzo de 2011. Ambos estaban solicitando una revisión de la ley sobre la blasfemia, que se ha convertido en un “instrumento de opresión” debido al mal uso que hacen los extremistas islámicos.

 

 

No obstante, se ha producido un paso histórico para las minorías en Pakistán; la Corte Suprema ha ordenado al gobierno establecer el “Consejo nacional para los derechos de las minorías”, un órgano estatal independiente que actuará como observatorio, velando por la situación de las minorías étnicas y religiosas, y los casos de violencia y discriminación.

Tras cinco aplazamientos de la vista que debía revisar la condena a la horca de Asia Bibi, el tribunal de apelación de Lahore confirmó el pasado día 16 de octubre su sentencia de muerte. Ahora los abogados de la defensa recurrirán a la última instancia del país, la Corte Suprema.
Sólo la presión internacional podrá evitar que el Tribunal Supremo anule la sentencia.