Bande de filles, de Céline Sciamma
Por José Luis Muñoz , 28 abril, 2015
Banda de chicas, que se proyectó en la sección Perlas del pasado festival de San Sebastián después de pasar por el de Cannes, es una película desoladora, y no porque sea especialmente dura a nivel visual, ya que puede parecer una típica comedia sobre adolescentes descerebrados, tan común en la cinematografía norteamericana, que se divierten con pequeñas gamberradas, pero no. La película es francesa y las protagonistas parisinas, hijas de emigrantes africanos, que no se sienten integradas, un tema de rabiosa actualidad desde los atentados de Charlie Hebdó en el país vecino y las afiliaciones al Estado Islámico, aunque la película es anterior.
Una chica negra maltratada en su casa por su hermano mayor, que asume el rol de padre, habitante del inhóspito banlieue, esa zona marginal de las grandes ciudades francesas que saltan a los titulares en cuanto sus enfurecidos habitantes se echan a las calles a quemar coches, decide unirse a una banda de chicas de su mismo color, unas chonis poligoneras de ascendencia africana, que se dedican a pelearse con otras bandas y a pequeños hurtos, cuando por su mal expediente académico se le cierran las puertas para seguir con sus estudios.
Céline Sciamma (Pontoise, 1980) —directora polémica en su país a raíz de Tomboy, la historia de un niño que quiere ser niña, por la que ha sido atacada por grupos conservadores contrarios a que el film se proyectara en escuelas—retrata ese grupo salvaje femenino con sumo cariño—las chicas, además de encanto natural y ser muy agraciadas, derrochan simpatía y comunican bien—pero no le da ninguna esperanza de rehabilitación. Lejos de reivindicar un cambio social, o buscar un culpable a su situación, esas muchachas marginales a lo único que aspiran es a ropa cara, maquillaje, alojarse en lujosos hoteles con las ganancias de lo que roban y tener un chico que las proteja: unas jóvenes airadas de lo más convencionales que no saben dirigir su rabia en la dirección adecuada, un lumpemproletariado que, a menudo, sirve al orden imperante que nunca cuestiona.
Banda de chicas es un retrato casi documental—el casting entre actrices no profesionales ayuda a la frescura de los personajes— de esos suburbios infectos, colmenas de inmigrantes recluidos en guetos perfectamente separados que, de cuando en cuando, crean problemas e incendian las periferias de las grandes ciudades en estallidos de rabia incontrolados. Un grave problema de integración sociocultural que tiene Francia en sus entrañas y cuyas explosiones son impredecibles. Céline Sciamma lo muestra en un film tan entretenido como eficaz pero que no apunta a ninguna solución. Muestra la realizadora gala una realidad y, a veces, de forma tan festiva—en sus gamberradas las chicas se lo pasan en grande—que puede inducir a algún equívoco como el que ese tipo de vida sea la única solución que les quede a estos desheredados que, pese a haber nacido en el primer mundo, siguen siendo considerados ciudadanos de tercera.
Título original: Bande de filles
País: Francia
Año de producción: 2014
Género: drama social
Duración: 112 minutos
Director: Céline Sciamma
Estreno en España: 24/04/2015
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