Bitcoin: ¿”Moneda” del futuro o gigante del pasado?
Por Luis Duato , 7 septiembre, 2018
La criptodivisa Bitcoin vivió el pasado diciembre de 2017 uno de los mejores momentos de su historia, consiguiendo alcanzar el récord de cotización de 20 mil dólares.
Uno de los riesgos de esta criptomoneda descentralizada es, precisamente, las oscilaciones que puede tener su valor en poco tiempo.
Y para probarlo, desde ese momento ha experimentado un tobogán de descenso que ha hecho que los inversores no terminen de tener claro si han hecho bien invirtiendo en ella, o si han cometido un error, claro que muchos advierten de sus peligros.
En tan sólo un mes y medio ya había perdido un 60% de su valor. Esto provocó que algunos bancos se apresuraran en tomar medidas para evitar que la burbuja financiera derivada les pudiera legar a afectar.
Bancos cómo JP Morgan, Lloyds, Bank of America o Citigroup, ante la rápida devaluación del Bitcoin, decidieron poner todo tipo de trabas para la compra de la criptomoneda a trav´s de tarjeta de crédito.
Todo esto nos hace pensar si el bitcoin es una criptomoneda que sigue creciendo, en la que realmente podemos confiar, o si su momento ya ha pasado y no vale la pena seguir apostando por ella.
El futuro del Bitcoin a examen
¿Pero exactamente a qué se debe que haya perdido tanto valor en tan poco tiempo? Para entenderlo, hay que conocer la naturaleza del Bitcoin así como sus ventajas y desventajas.
El sistema de criptomonedas en el que se basa Bitcoin no tiene un emisor único. Está compuesto de una estructura formada por miles de usuarios que aseguran las transacciones.
A diferencia de otras monedas, existe un máximo de Bitcoins que se pueden emitir, y que es de 21 millones. Cada año se van emitiendo aunque, lógicamente, con una tasa decreciente. Estas “reglas” del Bitcoin no surgen por si solas, si no que hay un grupo que las crea, y este grupo es cada vez más numeroso.
Parece lógico pensar que cuanta más gente decida entrar a este nuevo mundo, más transacciones se llevarán a cabo. Estas transacciones se llevan a cabo sin ningún intermediario que las regule (y, ya dicho sea de paso, sin que pueda incrementar el coste de las mismas a base de intereses o comisiones. En realidad, lo que ocurre es que se transmite la propiedad de la criptomoneda entre usuarios.
De esta manera, el único factor que indica el valor que alcanza el Bitcoin es el que se ha establecido según la oferta y la demanda.
Todo esto hace que el Bitcoin pueda alcanzar un valor millonario de la noche a la mañana, pero que este se pueda desinflar con la misma facilidad.
La respuesta de los países ante del desplome del Bitcoin
India fue el primer país en posicionarse en contra del Bitcoin tras conocer los datos de su desplome. Recordó que no es un método de pago legal, y que usarlo podría ser peligroso.
Arun Jaitley, el actual ministro de Finanzas de la India, aseguro que el Gobierno de allí está tomando medidas para que el Bitcoin forme parte del sistema de pagos.
En otros países, como en Corea del Sur, son mucho más contundentes en controlar la compra de criptodivisas, aplicando medidas mucho más restrictivas. En China no se lo toman a broma, y directamente la han prohibido.
Sin embargo, otros países como Japón ya la han reconocido cómo una forma de pago válida y hasta en los EEUU se puede utilizar cómo moneda válida dentro del mercado de Futuros.
El futuro del Bitcoin resulta incierto, pero debido a la volatilidad de la criptodivisa, puede que estemos ante su final o ante la llegada de su época dorada. ¿Qué opinas tú de ella?
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