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Cañellas logra en el último segundo el pase a semifinales

Por Carlos Toribio , 29 enero, 2015

Lucha constante y aguerrida, disputas al límite de lo legal, intensidad y concenctración, pelea durante cada segundo y cada centímetro de la pista del 40 x 20, y resultado sin decidir hasta el segundo final del partido. Este fue el guión de la batalla épica que disputaron los Hispanos de balonmano contra Dinamarca por un puesto en semifinales del Campeonato del Mundo que se disputa en Qatar. España, con este pase, consigue alcanzar la penúltima ronda en cinco de las última seis grandes citas.

Las dos selecciones, entre las grandes favoritas al principio del campeonato por los grandes analistas, comenzaron con respetuo mutuo, a diferencia de la final disputada en Barcelona hace dos años, y sobresalían las defensas en ambos lados y los contraataques daneses. Con el paso de los minutos, había más control en ataque, y los pupilos de Manolo Cadenas, comenzaban a mover con más claridad el balón en la parcela ofensiva, encontrando en varias ocasiones a un inconmensurable Valero Rivera en el extremo, autor de diez tantos al finalizar el partido.

Se llegaría al descanso con tablas en el marcador (11-11), reflejo de la gran igualdad del partido de cuartos más interesante que se disputaba. Una vez reanudada la segunda parte, cogería el protagonismo una de las grandes estrellas de la cita, Mikel Hansen, poco participativo hasta el momento y por el otro lado, lograría su primer gol el mejor pivote del mundo, Julen Aguinagalde. Eso sí, la tónica sería la igualdad en todo momento hasta finalizar.

A falta de cincuenta segundos, se llegaba con 24-23 para España, pero Mensah, el jugador más clarividente en el ataque danés, colocaría el 24 a iguales. Aquí sería el momento de gloria de Joan Cañellas (jugador del Kiel alemán), ya que a falta de dos segundos, marcaría un auténtico obús para dar el billete a las semifinales. Inmenso el jugador de Santa María de Palautordera, posiblemente el mejor jugador del mundo si no fuese por la intromisión del márketing en la entrega de este trofeo cada año. Al finalizar el partido le concederían el mvp del partido.

El viernes lucharán por entrar en la final contra la otra gran selección mundial, la Francia de Nikola Karabatic que superaron por un claro 32-23 a Eslovenia.

En la otra semifinal se ha colado por méritos propios, no sin sorpresa, la Qatar de Valero Rivera, que derrotó a Alemania por 26-24. Esta selección asiática, dirigida por el gran gurú de este deporte y acompañado por los también españoles, Manolo Montoya y Zupo Equisoáin, han logrado hacer historia.

Habrá gente que opine que esta Qatar se encuentra montada a base de talonario, muy relacionado con esta país y esta zona, ya que tienen a varios jugadores nacionalizados, como el portero del Barça, Danjel Saric, Markovic, Capote o el español Borja Fernández, pero es un tema, el de nacionalizar jugadores, aceptado dentro del deporte del balonmano, y Valero ha sabido confeccionar un grupo homogéneo en todas las líneas donde sobresale la calidad, que van a una con el modelo implantado por el entrenador y el sacrificio por el entreno es su gran arma (relacionado con el tema de las nacionalizaciones de jugadores, España ha tenido jugadores dentro de su selección, como fue el caso de Rolando Urios, Talant Dujshebaev o Txepkin, en contraposición al mundo del baloncesto que sólo puede jugar un jugador no nacido en la convocatoria, aquí el dilema de España en la actualidad con Ibaka o Mirotic).

Volviendo al partido de ayer, con lleno en las gradas del espectacular Lusail Hall (15.000 espectadores), Qatar fue dominando en todo momento el luminoso, pero Alemania, poco a poco se iba encontrando e iba ganando terreno, con Groetzki comandando los contraataques fulminantes para los teutones. Finalmente, con dos grandes paradas de Saric, el resultado sería 26-24 y se enfrentarán a la soprendente Polonia que venció a Croacia por 24-22.