Carol, de Todd Haynes
Por José Luis Muñoz , 25 febrero, 2016
No todas las novelas que escribió Patricia Highsmith fueron del género negro. La indiscutible maestra del thriller psicológico, la creadora del perverso personaje Tom Ripley, uno de sus más extraordinarios hallazgos, también escribió novelas sentimentales como esta Carol, publicada con pseudónimo, que el realizador norteamericano Todd Haynes (Safe, Velvet Goldmine, Lejos del cielo…), con guión de Phyllus Nagy, ha adaptado para la gran pantalla. Carol, posiblemente, por su temática lésbica (la escritora norteamericana lo era) sea una de sus novelas más personales.
La película está ambientada en 1950, en Nueva York, y esa, la ambientación, el tono de la fotografía, la impecable dirección artística, puede que sea una de sus mejores bazas. Therese Belivet (Rooney Mara), la dependienta de una tienda de Manhattan que lleva una vida anodina, conoce a una elegante y bella clienta, Carol Aird (la siempre excelente Cate Blanchet) cuando ésta entra en su tienda a efectuar unas compras. A partir de ese momento Carol se hará la encontradiza con Therese, la invitará a tomar café y terminará seduciéndola.
Algo chirría en el fondo de esta película y es la credibilidad. No sabe, o no puede, Todd Haynes crear la atmósfera precisa para propiciar esa relación amorosa entre mujeres que resulta completamente descafeinada. No acaba de entender el espectador las razones por las que esa mujer, segura de sí misma pero con un matrimonio con Harge Aird que hace aguas por su tendencia sexual, se haya de fijar en esa dependienta a la que conoce por estar al otro lado del mostrador; y demora Todd Haynes, hasta la extenuación, ese encuentro íntimo entre las dos mujeres que nunca acaba de producirse y se pospone siempre sin mucha razón para ello, y que, cuando llega, salta de todo menos chispas (tome nota de La vida de Adele). Eran otros tiempos, desde luego, en el que ese tipo de relaciones estaban perseguidas y sobre Carol pende la amenaza de perder la custodia de su hija. Therese y Carol son esclavas, en teoría, de su pasión, pero lo malo es que no hay pasión en el filme de Todd Haynes sino una frialdad absoluta que hace que esa relación interclasista entre las dos mujeres, alejadas en personalidad, edad y formación, suene completamente a artificial.
Carol es una película lenta y llena de tiempos muertos, con personajes secundarios desdibujados—Harge Aird (Kyle Chandler), el lloriqueante marido no es nada convincente; y Dannie (John Magaro), el novio fotógrafo de Therese, es absolutamente irrelevante— y falta de intensidad dramática que queda de manifiesto en su plano final en el restaurante, abierto a la nada.
Rooney Mara (La red social, Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres) obtuvo por su interpretación el, para mí, inexplicable premio a la Mejor Actriz en el último festival de Cannes, y la película tiene opciones, para sus dos actrices, para los premios de la Academia.
Título original: Carol
Año: 2015
Duración: 118 min
País: Reino Unido
Director: Todd Haynes
Género: drama sentimental
Estreno en España: 5/2/2016
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