Hoy nos ha surgido en clase de Ética un problema que, yo creo, puede ser interesante. Estábamos estudiando la relación entre las emociones, los sentimientos, y la condición ética humana.…
22 enero, 2016Leer más
Uno de los argumentos más repetidos estos últimos tiempos contra el nacionalismo y el derecho de autodeterminación en Cataluña es el siguiente: puesto que el pueblo español es el depositario…
17 enero, 2016Leer más
La crítica a las élites y a los partidos de gobierno en Europa, así como a la tecnocracia, los grupos de presión, a las instituciones internacionales, a las políticas de…
5 enero, 2016Leer más
“El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos. Salvador Dalí Si yo, paciente lector, comenzase este artículo utilizando afirmaciones tales como: probablemente el que suscribe estas…
25 diciembre, 2015Leer más
“Apenas amanezca hazte en tu interior estas consideraciones”. Es noche cerrada cuando me levanto. Me gusta madrugar cuando nadie me lo impone, cuando es mi elección. Ni un ruido, ninguna distracción. Hasta los ratones duermen y las últimas moscas que insistían en vivir no superaron la semana pasada. Es el momento perfecto para releer estas meditaciones, antes del amanecer. “Tropezaré con algún entrometido, con algún ingrato, con algún insolente, con un doloso, un envidioso, un egoísta”. Así comenzaba Marco Aurelio el día, haciéndose la cuenta de lo que se iba a encontrar, pero sabiendo que, todos estos males -la ingratitud, la envidia, la insolencia, el egoísmo- les sobrevenían a los seres humanos por ignorancia. Marco Aurelio, emperador de Roma, escribía cada noche en su tienda de campaña, en el campamento de Carnuto, durante la larga y sangrienta guerra que libraba contra los germanos, a orillas del Rin, sabía que no podía enfadarse con ninguno de ellos pues él mismo participaba de su misma naturaleza, que con los hombres más deleznables compartía la misma inteligencia y chispa, pariente de todos ellos, de sus semejantes, no podía recibir afrenta de ninguno, ni ninguno mancharle con su infamia. Era el hombre más poderoso del mundo, señor de vida y muerte sobre millones de súbditos, pero sabía que nada en su naturaleza humana le diferenciaba del más mísero de sus siervos. Los dos últimos representantes de la escuela estoica fueron él, emperador, y Epicteto, esclavo. Ambos sabían que el ser humano no puede enojarse contra su pariente “ni aborrecerle, puesto que hemos sido creados para ayudarnos mutuamente, como lo hacen los pies, las manos, los párpados, los dos órdenes de dientes, el superior y el inferior”. Va saliendo el día, aunque la helada permanecerá durante la mañana. Oigo ruidos humanos por la casa, alguno ya se ha levantado. Cierro el libro, retengo en la lengua la conclusión a la que llega Marco Aurelio, pero preferiría conservarla en la memoria y grabarla en el ánimo: Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es ir contra la naturaleza. Y es tratar a alguien de adversario el hecho de indignarse o apartarse de él. Les deseo una feliz Navidad, de corazón. Salud www.oscarmprieto.com…
24 diciembre, 2015Leer más
En mi opinión, la inmensa mayoría de los votantes, en los sistemas parlamentarios, acudimos a las urnas haciéndonos, al menos, dos consideraciones: una de carácter ideológico, y una segunda de…
16 diciembre, 2015Leer más
Reconozco que en muchas facultades se considera la comunicación política como materia opcional pero después de ver el debate entre 3 candidatos a la Presidencia del Gobierno Español he vuelto…
12 diciembre, 2015Leer más
Dentro de una semana vamos a ir a votar. La imensa mayoría de los españoles, de buena fe y cada uno según su visión del mundo y según sus convicciones…
12 diciembre, 2015Leer más
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