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El hijo de Saúl, de László Nemes

El hijo de Saúl, de László Nemes

¿Hasta dónde se puede filmar el horror? ¿Cuál es la frontera permitida? Hace décadas, Pier Paolo Pasolini filmó una película atroz sobre la barbarie fascista, Saló, que fue el preludio…

Pedro Sánchez, anticapitalista

Pedro Sánchez, anticapitalista

En una entrevista reciente, ya en plena campaña electoral, el candidato a la presidencia del Gobierno, el señor Pedro Sánchez, ha mencionado, entre los principios de la izquierda democrática, la…

Dormir es de patos: Aforismos, antiaforismos y balas

Dormir es de patos: Aforismos, antiaforismos y balas

  El pasado martes 20 de enero, el actor, director de cine, guionista y músico, Rodrigo Cortés (Pazos Hermos, Orense, 1973) presentó su último libro, Dormir es de patos (Delirio,…

Sobre las emociones, la Ética y el Tiempo

Sobre las emociones, la Ética y el Tiempo

Hoy nos ha surgido en clase de Ética un problema que, yo creo, puede ser interesante. Estábamos estudiando la relación entre las emociones, los sentimientos, y la condición ética humana.…

Nacionalismos y derecho de autodeterminación.

Nacionalismos y derecho de autodeterminación.

Uno de los argumentos más repetidos estos últimos tiempos contra el nacionalismo y el derecho de autodeterminación en Cataluña es el siguiente: puesto que el pueblo español es el depositario…

Los peligros, la crítica y la resignación.

Los peligros, la crítica y la resignación.

La crítica a las élites y a los partidos de gobierno en Europa, así como a la tecnocracia, los grupos de presión, a las instituciones internacionales, a las políticas de…

El triunfo de la provocación

El triunfo de la provocación

  “El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos. Salvador Dalí   Si yo, paciente lector, comenzase este artículo utilizando afirmaciones tales como: probablemente el que suscribe estas…

Meditaciones

Meditaciones

“Apenas amanezca hazte en tu interior estas consideraciones”. Es noche cerrada cuando me levanto. Me gusta madrugar cuando nadie me lo impone, cuando es mi elección. Ni un ruido, ninguna distracción. Hasta los ratones duermen y las últimas moscas que insistían en vivir no superaron la semana pasada. Es el momento perfecto para releer estas meditaciones, antes del amanecer. “Tropezaré con algún entrometido, con algún ingrato, con algún insolente, con un doloso, un envidioso, un egoísta”. Así comenzaba Marco Aurelio el día, haciéndose la cuenta de lo que se iba a encontrar, pero sabiendo que, todos estos males -la ingratitud, la envidia, la insolencia, el egoísmo- les sobrevenían a los seres humanos por ignorancia. Marco Aurelio, emperador de Roma, escribía cada noche en su tienda de campaña, en el campamento de Carnuto, durante la larga y sangrienta guerra que libraba contra los germanos, a orillas del Rin, sabía que no podía enfadarse con ninguno de ellos pues él mismo participaba de su misma naturaleza, que con los hombres más deleznables compartía la misma inteligencia y chispa, pariente de todos ellos, de sus semejantes, no podía recibir afrenta de ninguno, ni ninguno mancharle con su infamia. Era el hombre más poderoso del mundo, señor de vida y muerte sobre millones de súbditos, pero sabía que nada en su naturaleza humana le diferenciaba del más mísero de sus siervos. Los dos últimos representantes de la escuela estoica fueron él, emperador, y Epicteto, esclavo. Ambos sabían que el ser humano no puede enojarse contra su pariente “ni aborrecerle, puesto que hemos sido creados para ayudarnos mutuamente, como lo hacen los pies, las manos, los párpados, los dos órdenes de dientes, el superior y el inferior”. Va saliendo el día, aunque la helada permanecerá durante la mañana. Oigo ruidos humanos por la casa, alguno ya se ha levantado. Cierro el libro, retengo en la lengua la conclusión a la que llega Marco Aurelio, pero preferiría conservarla en la memoria y grabarla en el ánimo: Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es ir contra la naturaleza. Y es tratar a alguien de adversario el hecho de indignarse o apartarse de él. Les deseo una feliz Navidad, de corazón. Salud www.oscarmprieto.com…