Cautivos, de Atom Egoyan
Por José Luis Muñoz , 21 mayo, 2015
La carrera del director armenio nacido en El Cairo y afincado en Canadá Atom Egoyan es un claro descenso imparable. El perturbador director de Exótica, El dulce porvenir y Ararat lleva un tiempo desbarrando en sus películas. Si Chloe, un film pretendidamente erótico, era un desatino absoluto, Cautivos lo es más, y eso por culpa de un guion de aficionados que ningún espectador inteligente se puede tomar en serio y del que es autor el propio director, con lo que no tiene excusa. Perdura en las películas del armenio, eso sí, la atmósfera perturbadora, los personajes oscuros, pero la historia es un dislate absoluto.
Pudiera creer el espectador de Cautivos, ante las primeras imágenes nevadas de Niágara, Canadá, que se encuentra ante una especie de Fargo, Aflicción o El juramento, por hablar de historias cinematográficas negras ambientadas en paisajes nevados, pero no. Esta historia de secuestros por parte de una banda de adinerados pederastas que retiene a sus víctimas infantiles durante años hasta que están creciditas y se sirven de ellas como cebos para atraer otras víctimas, no se sostiene y lleva consigo una buena pandilla de personajes ridículos como, sin ir más lejos, el esperpéntico jefe de la banda Mika (Kevin Durand). A la policía Nicole Dunlop, que investiga el caso e interpreta la norteamericana Rosario Dawson, no se la cree nadie, como nadie se explica que Atom Egoyan pretenda hacernos creer que una guardería es una comisaría de la policía montada de Canadá. El único apunte interesante es el del padre de la chica secuestrada, Matthew Lane (Ryan Reynolds), sobre el que recaen todas las sospechas, incluidas las de su esposa, y que removerá cielos y tierra para encontrar a su hija, y la única escena digna de mención es la de secuestro de ésta, elíptica y precisa, pero muy poca cosa en un cúmulo de escenas sin sentido. Y es una pena que el guion sea tan infame porque el ambiente oscuro y la fotografía parecen presagiar que el espectador se va a enfrentar con un thriller asfixiante.
En su delirio narrativo habría que apuntar algunas secuencias memorables: el secuestro de la policía Nicole Dunlop (Rosario Dawson) en su fiesta de agasajo en donde una misteriosa dama la narcortiza con facilidad pasmosa; el encuentro del padre y su hija secuestrada Cass (Alexia Fast), propiciado por el secuestrador Mika, que no sabemos a qué se debe; o la persecución de los secuestradores al padre que los acaba de descubrir, cuando lo lógico es que fuera al revés. Delirante. Y frustrante tratándose de uno de los directores más interesantes que hacía películas en Canadá con permiso de David Cronemberg.
Lo de que hay realizadores que con los años maduran y mejoran, como Woody Allen, no se puede hacer extensivo a todos. Con Cautivos Atom Egoyan parece haber tocado fondo y quizá alguien debería decirle que contrate a un guionista para su próxima película.
Título original: Captives
Año producción: 2014
País: Canadá
Duración: 113 minutos
Director: Aton Egoyam
Estreno en España: 15/05/2015
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