Christkindlesmarkt en Núremberg
Por Esther Patrocinio , 12 diciembre, 2014
Núremberg es una ciudad con un pasado oscuro. Aún se vincula su imagen con la de sede ideológica del III Reich durante los años de Hitler en el poder. Después fue el lugar en el que se celebraron los famosos juicios de Núremberg para procesar a los culpables del genocidio nazi, pero la ciudad en sí ofrece mucho más al visitante.
Aprovechando que estamos en el primer domingo de Adviento visitamos la ciudad y su famoso Christkindlesmarkt. Al visitante que se acerca por primera vez a la ciudad le sorprenderá saber que, a pesar de ser destruida por los bombardeos aliados durante la segunda Guerra Mundial, Núremberg fue totalmente reconstruida. A diferencia de Dresden o Stuttgart que fueron reconstruidas en estilo moderno, en Núremberg se recuperó el estilo constructivo de las décadas anteriores a la guerra. El resultado es espectacular, a diferencia de Varsovia, ciudad que para muchos es considerada un escenario cinematográfico reconstruido tras la guerra, Núremberg mantiene su esencia urbana de ciudad. No en vano es la segunda ciudad más poblada de Baviera después de Múnich.
El recinto amurallado que rodea la ciudad antigua también fue reconstruido después de la guerra. En el camino hacia el Christkindmarkt o el mercado de navidad más famoso de toda Alemania se encuentra la Iglesia de S. Lorenz (S. Lorenzo). Su construcción se inició en 1270 y terminó doscientos años después. Se trata de un ejemplo magnífico del estilo gótico alemán representado por iglesias con tres naves de idéntica altura. El rosetón exterior es una maravilla arquitectónica y en su interior no pasa por el alto el Angelus en madera suspendido desde la bóveda.
Ya en el propio mercado a la derecha se encuentra la Frauenkirche. La Iglesia fue construida sobre los restos de una antigua sinagoga en 1326 aprovechando que se instaló el mercado central en la misma plaza tras la expulsión de los judíos decretada por Carlos IV. Tras la conversión de la ciudad al protestantismo la Frauenkirche fue remodelada para que en su interior cupieran más personas. En 1810 volvió a ser templo católico. Lo más llamativo sin duda el reloj de su exterior que a las doce horas sus figuras se mueven recordando la elección de Carlos IV como Rey.
Otro de los lugares de visita obligada es el Castillo o Burg. Situado en la parte más elevada de la ciudad merece la pena ascender para disfrutar de las vistas que ofrece y recorrer parte del contorno amurallado del centro de la ciudad. El interior se puede visitar para concocer cómo eran las salas en las que vivía el Emperador y los distintos reyes de Baviera.
Sin duda el principal motivo para acercarse a esta ciudad es visitar el Mercado de Navidad más famoso de toda Alemania. En los distintos puestos que se instalan en torno a la Hauptplatz (o Plaza Mayor) entre el 26 de Noviembre y el 23 de Diciembre se encuentran adornos de madera, figuras de cerámica, velas y toda clase de elementos navideños. Sin olvidar el Glühwein; vino caliente con especias fundamental para sobrevivir al frío que suele hacer en esa época.
Otro punto importante son los dulces, ya sea mazapán artesano en las más variadas combinaciones con fruta, frutos secos, chocolate y otras especias o los famosos Lebkuchen o pan de jengibre con frutos secos amasado sobre una oblea y cubierto con chocolate o azúcar. Los más famosos de toda Alemania son los de Núremberg y puede comprobarse viendo el tamaño que tienen los que se encuentran en los distintos puntos de venta por todo el mercado. Es más que recomendable dejarse llevar por el espíritu navideño y acercarse hasta la ciudad para conocer de cerca las tradiciones alemanas.
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