Ciegos y sordos, pero no mudos
Por José Luis Muñoz , 1 diciembre, 2018
Sigue el sainete independentista catalán que no cesa Siguen instalados en el reino del absurdo los dirigentes de ese procés embarrancado tras el que no hay más que humo y que la torpeza del anterior gobierno alimentó judicializándolo.
Ante el aluvión de huelgas (médicos, bomberos y estudiantes) que protestan por su más que deficitiaria situación, algún conseller les exige patriotismo y altura de miras y que se centren en el procés, que esas minucias no deben entorpecer la implantación de la República Catalana.
Más peregrina es la actuación de ese presidente interpuesto, Joaquim Torra, que consume buena parte de su tiempo en idas y venidas a Waterloo y, ante las demandas de los colectivos en lucha, asfixiados por los recortes, alega que no hay dinero, el que rechaza de los presupuestos generales del estado que el gobierno de Pedro Sánchez no puede aprobar sin su apoyo. España no nos roba, es Catalunya que no quiere el dinero de España, cosa muy distinta. Me parece intolerable e injustificada esa prisión preventiva para los presos políticos catalanes, sí, como me parece irracional el proceder del Govern que hace alarde de dejación de funciones.
El independentismo está instalado en el dislate absoluto y en una realidad paralela,. Está ciego y sordo, pero no mudo y habla a esa Catalunya que ha comprado un sueño imposible. El problema no es Catalunya versus España sino los catalanes versus los catalanes . La brecha se va haciendo cada vez más mayor y el gobierno catalán, obsesionado en su procés, que nunca fue el mío, pasa olímpicamente de la ciudadanía y lleva años sin hacer lo que le toca: gobernar.
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