Cortinas de humo
Por Oscar M. Prieto , 1 septiembre, 2014
Regreso tranquilo de vacaciones, confiando en que este año no voy a caer en el maldito estrés post vacacional. Confío en ello porque no he seguido ninguna de las recomendaciones que aparecen por estas fechas estivales en periódicos y en telediarios quienes, supongo que para llenar espacio, llaman a gabinetes psicológicos a que les confeccionen listas de lo que se debe o no se debe hacer en situaciones a las que suele enfrentarse el común de los mortales: para no dormirse al volante, para no caer fulminado por las altas temperaturas, para soportar a tu pareja o encontrarla si no tienes, para disfrutar del sexo, para mentir sin que te pillen, para no perder los nervios si te pierdes en una montaña, para evitar resacas, para esquivar el estreñimiento, para no sufrir stress post vacacional o para tener contento al jefe,… son sólo algunas de ellas. Digo que regresaba confiado porque en lugar de hacer caso de listados, he seguido conectado todo el mes a las redes sociales, colgado del teléfono, wasapeando, subiendo fotos y selfies a twitter y a istragran y pendiente de las noticias a través de los periódicos on-line, en definitiva, he estado informado al instante de todo lo que ocurría en el mundo.
“Esta vez no notaré el cambio”. Eso me decía ayer de regreso (por cierto, sin caravana, apenas tráfico, no sé dónde vamos a ir a parar, con lo que era este país para el tema de los atascos). Pero qué equivocado estaba, no hablo del stress, no, qué equivocado por estar convencido de que estaba informado. Ha bastado llegar y sentarme, para darme cuenta del barro que se nos viene encima y qué todo, absolutamente todo lo que ha sucedido este verano, todo, no es más que una enorme y vergonzosa, inmoral, cortina de humo. Sí, cortinas de humo para mantenernos en el mayor de todos los engaños y que no les descubriéramos, hasta que no fuera, como hoy, ya demasiado tarde.
Cortinas de humo para evitar la controversia, el debate, el escándalo, el levantamiento popular que de haber tenido noticia la ciudadanía sin duda algo tan aborrecible hubiera provocado.
Mundial de Brasil, España pierde 5-1 ante Holanda –cómo no nos dimos cuenta!-, fue la primera prueba, como coló y nadie hablaba de otra cosa, dijeron: adelante. Pusieron sus equipos a pleno rendimiento y empezaron a levantar cortinas de humo a nivel planetario. Cualquier cosa valía con tal de mantener al pueblo en la ignorancia.
Vía libre a Rusia para que se anexionase unilateralmente la península de Crimea. Cortina de humo. Dura poco, así que hay que derribar un avión de pasajeros, levantar otras zonas en armas y estar a un paso de la guerra contra Rusia (de momento sólo comercial) incluso, Putín habla de un nuevo estado, Novorusia. Todo cortina de humo. Dimite Rubalcaba, primarias, nuevo Secretario General, P. Sáchez, más humo, también él está en la jugada. Imputan a la Infanta (hay quien dice que todo es en represalia porque estaba dispuesta a tirar de la manta), Don Juan Carlos abdica, coronan a un nueve rey, Felipe VI, la Casa Real, como siempre está al tanto y quiere sacar tajada. Mueren Lauren Bacall, eran necesarias este tipo de cortinas para contener a aquellos que no se dejan engañar por la política. Un pederasta trae de cabeza a la policía secuestrando niñas en la zona de Ciudad Jardín. Cortina de humo, eficaz, para mantener distraídas a las familias, pendiente de sus hijos y a los policías ocupados.
Es tan gorda la que nos quieren colar que hasta convencen a Jordi Pujol para que confiese que tiene algunas cuentas y dineros en el extranjero, que empezó con una herencia no declarada (al parecer ni su hermana sabía de esta herencia paterna) y que a lo largo de los años, entre el 3 o el 5 por ciento ha llegado a esto. Quién se traga esto, por favor. O lo de la de la consulta catalana sobre la independencia, qué cortina más gorda.
Efectivamente, cada vez se hacía necesario un tejido más tupido y opaco para que no pudiéramos ver lo que verdaderamente se estaba cocinando. Tan es así que ni siquiera les ha importado jugar con la salud de la población mundial y han sacado a pasear la enfermedad del ébola y si había que traer a una buena persona a morir a España, pues se cubrían con plásticos los asientos del avión y se traía. Otra cortina, aunque esta, como se les vaya de las manos…
Lo de Oriente Medio, tanto la operación “Margen protector” para la invasión terrestre de Gaza, como los cohetes lanzados por Hamas, esto por un lado, como los asesinatos en masa y de periodistas degollados, filmados para estremecimiento de los occidentales, que ha cometido el Estado Islámico en esa parte tan confusa del mundo que ya no sé si es Siria, Irak o la boca del infierno, por otro, por salvaje que parezca, no son otra cosa que cortinas de humo.
Pero la mentira y el humo lo que tienen es que o se hacen cada vez más densos o se disipan y se descubre la verdad, así que han recurrido a una traca final: elección directa de alcaldes, Carolina Marín campeona del mundo de bádminton y, atención, Teresa Campos sale con Bigote Arrocet.
Ya sé que cuesta creerlo, pero todo esto no ha sido más que una despiadada cortina de humo para que no nos diéramos cuenta de que han cambiado el sistema para hacer las quinielas y que ahora, además de los partidos de primera –sujétense- entran también partidos de ligas extranjeras.
El apocalipsis.
Salud
Oscar M Prieto
Una respuesta para Cortinas de humo