Crear de puentes culturales

El siglo XX nos dejó muchas enseñanzas con respecto a la necesidad de abrir y establecer puentes, construir caminos para que la cultura sea una herramienta para la liberación de las personas y no solo un modelo segmentario y cerrado.

Kofi Annan, el ex Secretario de las Naciones Unidas, decía que cuando hablamos del derecho a la vida, o al desarrollo, a disentir o a la diversidad, estamos hablando de la tolerancia. La tolerancia promovida, protegida y venerada asegurará la libertad. Sin ella, no podemos asegurarnos de ninguna. En las palabras de un hombre sabio: «la fe produce respeto, y el fanatismo provoca el odio». Para el desarrollo y el progreso cultural es requisito indispensable que los pueblos, los ciudadanos puedan encontrar espacios en donde las relaciones sean lo más abiertas posibles. Sin distinción, asegurando la libertad de elegir, de participar, de activar los distintos conocimientos y aptitudes artísticas y sociales.

El mundo de la cultura, de las distintas culturas no debe quedar aislado, ni hacer prevalecer falsos orgullos identificatorios o costumbristas. Cada grupo social debe respetar la cultura del otro, haciendo que el entendimiento y la confraternidad prevalezcan por sobre los individualismos y los sectarismos.

Necesitamos mostrar nuestra identidad pero sin aplastar la identidad cultural de otros grupos.

Frie Leysen, directora del “KunstenfestivaldesArts” de Bruselas, dijo en una entrevista, que “si cierras todas las puertas y ventanas una casa empezará rápidamente a oler”, nada más cierto para ejemplificar que si nos encerramos en la glorificación de nuestra cultura, ésta no podrá enriquecerse, y quedará a merced del lento paso del tiempo que todo lo corroe.

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