“Cuervitos con corazones rotos en pandemia”
Por Trixia Valle , 22 octubre, 2020
Columna «Entre cuervitos y zopilotes»
Sin duda, quieres tienen la más alta factura en temas emocionales derivados de la pandemia, son los cuervitos, quienes recién salidos del cascarón y comenzando apenas a vivir por sí mismos y socializar, se les pide que se metan de nuevo al cascarón porque hay una terrible enfermedad invisible que los puede matar. ¡Te puedes imaginar semejante frustración!
Yo nada más de pensar, como zopilota que soy, y que fui una cuervita muy sociable y rebelde, que me dijeran: “no vas a salir de tu casa en 8 meses porque te puedes enfermar”… Jajajaja, creo que primero no hubiera hecho caso, segundo hubiera hecho un mega berrinche y tercero me hubiera resignado muy triste a volver al nido encerrada a piedra y lodo y estaría mal y de malas.
Sinceramente, creo que nuestros tiernos cuervitos adolescentes merecen todo nuestro cariño, nuestra compasión, nuestro cuidado, nuestra reflexión, nuestro amor y nuestro cobijo, pues no está fácil tener 14 años y que habías salido dos veces con El Niño que te gustaba y te salgan con que no lo veras más que por zoom en años y no se sabe cuándo podrás hacerlo… o que te digan que tus 15 años están pospuestos hasta tal vez tus 18… o que no puedas seguir creando aventuras con tus amigos en el centro comercial… o que en vez de ir al cine con tus cuates tengas que ver “otra vez” una película en familia en la sala…
¡No está fácil! Y los cuervitos adolescentes tienen toda la razón de estar mal y de malas, con el corazón roto y las alas amarradas. Estar atados, no es parte de la naturaleza ni de los cuervitos ni de los zopilotes y ambas partes tenemos mucho dolor dentro que necesita salir de forma positiva antes de que nos pueda envenenar.
Así que las principales emociones dañadas son:
Tristeza
Miedo
Enojo
Y los tips de sanación para cada uno de ellos que te propongo son:
Tristeza: habla, fluye, llora. Deja que salga hasta la última gota, no la tapes, no la finjas… la tristeza sólo se va llorando.
Miedo: enfrentarlo es la única manera de superarlo… tienes miedo al agua: sumérgete; al ridiculo: haz bromas; a los chismes: habla de tus errores abiertamente; a lo que sea que tengas miedo, necesitas enfrentarlo. Si en este caso el miedo es a enfermar y morir, debes saber que “la mente es un imán y atrae lo que temes”. Así que asume el hecho de que el riesgo está en todos y que pensar en ello no ayudará.
Enojo: surge con la frustración de querer hacer algo y no poder, por lo que es importante moverse… la actividad mitiga el enojo, lo quita, lo barre, lo esfuma… ¿estás enojado? Baila, brinca o corre y a los minutos esa emoción se habrá ido.
¿Nos gusta, tanto a cuervitos como a zopilotes, la pandemia? Por supuesto que no.
¿Podemos hacer algo para remediar la pandemia? Usar Cubrebocas, gel y paciencia.
¿Preocuparte ayudará de algo? No, sólo será más cansado, es el equivalente a estar esperando con los brazos arriba… llegará el punto en que ya no puedas sostenerlos más y se te hará más largo el tiempo, porque resistir es eso: combatir lo imposible, mientras que la rendición es aceptar lo que es y fluir así.
¿Tú, qué piensas? Te leemos @trixiavalle
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