De Dioses y hombres
Por Andrés Expósito , 26 abril, 2014
¿Quién ha otorgado a unos y no a otros el acto de obedecer, y quién a otros y no a unos el egocentrismo de ser obedecidos?
¿Qué Dioses son esos que actúan con tantas certezas?
Alguien debería mostrarles, que así la historia lo ha indicado y referido, que los Dioses están para procrear preguntas, dudas y no certezas, ni exclusividades. Esos errores y desfachateces, pertenecen y las componen los hombres, con la intención de maniatar y vallar, encorsetar y asesinar todo lo que propone una visión fuera de lo contenido como habitual o heredado.
El fanatismo y la oscuridad de las religiones, en el fondo, y perdonen todos los súbditos y feligreses, solo son una amalgama y compendio de poder, para ejercer y procurar como pastores sobre rebaños, grandes cantidades de individuos, a quienes, en todo momento, solo hay que procurarles y educarlos en los menores conocimientos posibles, o en todo caso, adulterar la realidad y la historia, ensortijar, alinear los senderos a su modo, proyectar bocetos donde solo quepan y se esbocen sus ideas como única verdad.
¿Qué Dioses son esos que en su nombre raptan a niños o niñas y los violan o degüellan?
¿Qué Dioses pueden enviar a sus súbditos o feligreses o representantes en la vida terrenal a cometer genocidios?
Las mentes de los captados, abducidos y feligreses, adquieren y se embargan en fanatismos inhumanos.
Los pastores o representantes atribuyen a cada uno de los miembros de la comunidad su funcionalidad, coartan y desgajan otras posibilidades. Como reses marcadas, cada individuo, deja de pertenecerse a sí mismo, asumen la inutilidad que otros han decidido que poseen, sin que propongan espacio o pauta a la probabilidad o eventualidad que supondría intentarlo. Y ello ocurre, no fuera que por uno u otro motivo, condición, esfuerzo o sentido de la realidad, atisbará alguna oveja o feligrés otra posibilidad o paisaje, o quedara embargado en la tesitura de que, quien ha fraguado su marca, ese representante de Dios, no tenga la coherencia, magia y espiritualidad que indica poseer, su funcionalidad sea irreal, irrisoria, y de boca en boca, acabe el resto del rebaño en la consideración que, todo ha sido un engaño, una estrategia horrenda para imponer y conducir y maniatar mentalmente ingentes cantidades de seres humanos, y trasladarlos a la caverna, al estadio más sutil donde pueden decidir sobre sus vidas: la ceguera del pensamiento.
¿Qué Dioses son esos que han decidido que la mujer solo es requerida por la Comunidad para procrear hijos, y cuidarlos?
¿Qué Dioses son esos que han tomado a pecado venial, la envidia, los celos, las violaciones y robos de niños, mientras sea un fiel y compungido feligrés o representante divino, y por otro lado, se expulsa y empuja al mundo de Satán, a quién no sea un afanado, y afamando, y ameno adorador, independiente de la postura y actitud con los demás?
¿Qué Dioses son esos que asesinan la libertad de pensamiento?
¿Qué Dioses son esos que discriminan las razas o etnias?
Esos Dioses, todos, en todo caso, son Dioses creados por los hombres, con la expresa y denigrante convicción y propósito de maniatar, manejar, conducir y esclavizar a otros hombres, a una ingente cantidad de seres humanos, en ningún caso, Dioses algunos que nos propongan preguntas, dudas y reflexión.
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