El abuelo que saltó por la ventana y se largó, de Felix Hemgren
Por José Luis Muñoz , 18 julio, 2014
No hay mayor desdicha para un film cómico que el que no haga gracia, y de eso adolece la versión cinematográfica del éxito de ventas literario de Jonas Jonasson que narra la vida y milagros de un abuelo rebelde que se resiste al retiro de una residencia para la tercera edad y decide seguir explorando mundo mientras rememora antiguas hazañas. Este abuelo dinamitero, que tanto está en el bando republicano de la guerra civil, no por ideología sino por su gusto a volar puentes, como confraterniza con Franco, se codea con Stalin, Churchill, la esposa de Mao, es agente de la CIA y se presta a colaborar en la invención de la bomba atómica, amén de no tener gracia cuenta con un personaje poco atractivo. La película parte con un hándicap importante, que nos resulte imposible ver un anciano en el personaje que interpreta Robert Gustafsson al que siempre vemos como joven mal envejecido por un maquillaje defectuoso, y a que sus gags pretendidamente cómicos consigan su objetivo.
Puestos a comparaciones odiosas, el film de Hemgren no le llega a la suela del zapato a Forrest Gump, infinitamente más divertida, o a la hilarante e inteligente Zelig de Woody Allen, con las que comparte afinidades argumentales.
Hay que tener en cuenta que la comedia es uno de los géneros cinematográficos más difíciles y no todos sirven para ello.
Título original: Hundraåringen som klev ut genom fönstret och försvann
País: Suecia
Año de producción: 2013
Género: comedia estrambótica
Duración: 114 minutos
Director: Felix Hemgren
Estreno en España: 11/07/2014
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