El animal más peligroso del mundo
Por Redacción , 3 mayo, 2014
¿Cuál es el animal más peligroso para la especie humana? ¿El tiburón? ¿La serpiente? ¿La araña? ¿El lobo? ¿Quizá el propio Homo Sapiens? Una interesante infografía difundida por Bill Gates nos da la respuesta.
“La respuesta depende de cómo uno defina el peligro. Personalmente, tengo una ligera idea sobre ello desde la primera vez que vi Jaws [Tiburón, de Steven Spielberg]. Pero si para definir el potencial aniquilador de un animal se tiene en cuenta cuánta gente muere cada año por su ataque, la respuesta está clara: es el mosquito”, aclara Bill Gates.
“Cuando se trata de matar humanos, el mosquito no tiene parangón”. Tan sólo le siguen, y de lejos, las personas, cuya capacidad aniquiladora con los de su propia especie es de sobra conocida.
Así comienza Bill Gates un post en su blog de la Fundación Bill & Melinda Gates que da cuenta de hasta qué punto este animal aparentemente insignificante puede ser devastador.
¿Por qué es tan peligroso?
“A pesar de su inocente nombre [mosquito: mosca pequeña], este insecto es portador de las enfermedades más letales. La peor de ellas es la malaria, que mata a más de 600.000 personas cada año e incapacita a 200 millones de personas cada día durante días”.
Es una amenaza para la mitad de la población mundial y cada año motiva pérdidas de miles de millones de dólares en productividad, y eso sin tener en cuenta otras de las temibles enfermedades transmitidas por los mosquitos como el dengue, la fiebre amarilla o la encefalitis.
Hay descritas más de 2.500 especies de mosquitos, que viven en todas las regiones del mundo, salvo la Antártida. Su tasa de éxito en la época de reproducción, la más favorable para su expansión, supera con creces a cualquier otro animal en el mundo, salvo las termitas y las hormigas, cuenta Bill Gates en su blog.
“Durante la construcción del Canal de Panamá fueron responsables de decenas de miles de muertes”, revela el fundador de Microsoft. Y sus perniciosos efectos tienen más vertientes. Determina los patrones de población mundial a gran escala: en muchas zonas endémicas, la malaria hace que grandes masas de poblaciones tiendan a vivir y trasladarse tierra adentro, lejos de la costa, donde el clima es más favorable para su expansión.
La criatura más mortal no tiene caché
“Considerando este impacto”, prosigue Bill Gates, “lo normal sería que les prestáramos más atención. Los tiburones acaban con la vida de menos de una docena de personas cada año en Estados Unidos, pero se les dedica una media de una semana al año en la televisión. Sin embargo, no hay ningún programa dedicado al mosquito, cuya capacidad mortal es 50.000 veces mayor. O al menos, yo nunca he oído hablar de él”, apostilla Bill Gates.
Para suplir esta carencia, la Fundación Bill y Melinda Gates ha puesto en marcha la campaña promocional La semana del mosquito con el fin de alertar sobre esta “criatura mortal”.
Como parte de la iniciativa, la institución divulga en internet y en los medios de comunicación una serie de documentales sobre la biología de los mecanismos de transmisión de las enfermedades que propaga y da a conocer proyectos de cooperación en los que Bill Gates ha participado personalmente.
Tus pesadillas con tiburones serán cuentos para dormir
Los Gates nos cuentan cómo han aprendido de las más inusuales y fascinantes experiencias: las ingeniosas soluciones de un pueblo para evitar la picadura potencialmente mortal; la heroica lucha de científicos y sanitarios al pie del cañón… muchas y distintas aproximaciones para combatir la malaria, en la mayoría de las ocasiones, desconocidas para el gran público.
Y además, la institución ha producido una película cuyo cartel promocional es digno de la mejor serie B: ‘Mosquito: la picadura más minúscula es la más mortal’. “Conseguirá que tus pesadillas con tiburones sean como cuentos infantiles para dormir”.
“No puedo prometer que el Anopheles gambiae sea tan fascinante como el tiburón martillo o el tiburón blanco. Pero quizás te pueda revelar una nueva dimensión de estos maestros alados del caos”, concluye Bill Gates.
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