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El deporte es cultura, pero no la única

Por Hector Anaya , 5 junio, 2014

Ya lo dijo Unamuno: «Solo el que sabe es libre/y más libre el que más sabe/No proclaméis la libertad de volar/Sino dad alas/No la de pensar sino la del pensamiento/La libertad que hay que dar al pueblo/Es la cultura». Algo muy cierto pero que España parece ignorar, algo necesario y fundamental para lograr la civilización, pero que nuestro país prefiere dejar a un lado, porque, claro, es mucho más importante celebrar un gol con unas cervezas, ya lo dijo Julio César: «Panem et circenses», aquí, por desgracia, quienes nos representan solo recuerdan la segunda parte.

No salgo de mi asombro al enterarme de las primas que cobra la Roja, esa a la que hace 40 años habrían fusilado por su nombre y que hoy parece ser lo más importante en nuestro país, ya que «si ella gana, ganamos todos». ¿Es cierto que ganamos todos? ¿Si gana la Roja, vamos a ganar los españoles los 720 000 euros que cobrarían los jugadores por llegar a la final? ¿O los 360 000 euros que se lleva cada jugador por llegar a semifinales? ¿No ganarían a la larga más los españoles si parte de ese dinero se dedicara a la educación?

No pretendo desprestigiar al fútbol o hacer apología para lograr que se prohíba. Al contrario, creo que el deporte es cultura, pero todo: la esgrima, la natación, la equitación… Todo. Sé que el fútbol mueve sentimientos, pero les aseguro a quienes no lo han probado que Lorca o Dostoievski también los mueven: pruébenlos. No estoy diciendo que los futbolistas deban dejar de cobrar, pero en tiempos de crisis, en los que se recorta en educación y sanidad ¿no se debería dar ejemplo también con el deporte Rey (definitivamente soy republicano en todos los ámbitos)? ¿No celebrarían mejor los españoles que no tienen ni para comer un plato caliente dado por el Estado que un gol de Piqué? Porque pese a que lo pague la FIFA y la Federación Española, resulta insultante que mientras se retiran becas, se de tanto dinero al fútbol.

Cada lector podrá sacar sus propias conclusiones. Yo, personalmente, ya he sacado la mía. Creo que resulta insultante que se destine tanto dinero al fútbol, mientras que otros países como Francia o Italia destinan bastante menos. Porque una cosa está clara: más cultura y menos fútbol nos hará más libres.