El Gïk: vino azul

El futuro es todo una incógnita, incluido en el sistema bodeguero. Actualmente, existen vinos sin alcohol, y, por otro lado, hay distintos kits de belleza (cremas faciales y/o píldoras) que prometen eterna juventud, basadas en el resveratrol; uno de los principios activos de las uvas, sobre todo, las rojas.

Hoy, ha llegado a mis oídos una primicia viticultora: el vino azul. Una propuesta novedosa y atrevida de la Universidad del País Vasco, junto a Azti Tecnalia –expertos en innovación marina y alimentación.

Su nombre: Gïk live. ¿A que suena bien? Ya tengo ganas de catar una copita de esta frivolité que tan solo por su especial tonalidad, seduce. Dicen que su sabor tiene un matiz dulce que gusta a todos los paladares y apenas recuerda al vino convencional.

Ciertamente, es un vino aromatizado del que ya se han comercializado 400 botellas con 12º de alcohol. Procedentes de la bodega Taig Mac Carthy, el Bierzo. A tener en cuenta que, este caldo tan particular, puede elaborarse desde cualquier bodega y a partir de todo tipo de uva.

Los atributos personales de este vino, son su color azul índigo y su dulzor; conseguido a partir de un proceso tecnológico de pigmentación concreto que altera el sabor y color de la cepa original hasta convertirla en Gïk.

El Gïk huye del etiquetado: “pescado”, “carnes”, “postre”… Tampoco puede tachársele de “crianza”, “tempranillo”… El Gïk, busca gustar a cuantas más personas, mejor.

Hoy por hoy, solo puede conseguirse vino azul, a través de la web de la firma: Gïk live. Directo a la cesta, desde: Gïk live.

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