El Giro cumple años

Cuentan las hemerotecas del siglo pasado que un romano llamado Darío, campeón de Italia de ciclismo, tardó 14 horas en llegar a Bolonia. Había partido de Milán un jueves 13 de mayo de 1909 a las 3 de la madrugada, junto a otros 126 valientes más. Nacía el Giro de Italia con una etapa de 400 kms. Darío Beni tenía 20 años y una bicicleta de 16 kgs.

Hoy, dos guerras mundiales y 96 ediciones después (2014 es la XCVII edición), el pelotón llegaba a Bari con dos nubarrones encima. Y entre ellos el miedo escondido. Miedo a tirar la temporada en una caída. A resbalar en un asfalto sucio y mojado por una lluvia mañanera. Y sentados sobre sus sillines decidieron pasear, se pusieron de acuerdo y negociaron con dirección de carrera: “Solo cuenta el tiempo de la penúltima vuelta”. Un paseo de pinchazos, curvas rectas y caídas torpes. Entre tanto sindicalismo daba tiempo a un plátano, dos pasteles y tres tragos.

Comentaban la fiebre de Marcel Kittel, retirado del Giro. La bomba desactivada en Dublín. Los rezagados por avería buscaban el rebufo de los coches, sorteaban las curvas valladas del peligroso circuito de Bari y las crónicas comenzaban a puntearse. Nada que destacar bajo el cielo gris y amenazante de la costa adriática.

Algunos recordaban las veces que había vivido Bari el Giro. 18 finales de etapa donde ganaron desde Galetti (primer ganador de la ronda italiana), pasando por el mítico Alfredo Binda (1925 y 1927), Learco Guerra (1935), hasta el dios Anquetil (1961) o Saronni (1981). Pero la más vivida fue la edición del año 1990. El Giro comenzaba en Bari con una prólogo formato CRI de 13 kms donde Gianni Bugno se enfundó la maglia rossa desde el primer día hasta el último y la ONCE quedó primera por equipos.

De repente el pelotón decide acabar con el paseo y comienza a trabajar, riesgos laborales incluidos. A 13 kms de meta pincha Nacer Bouhanni y contra viento y marea alcanza entre la caravana de coches y motos a un pelotón que ha despertado y se propone competir. En un etapa normal le habría pasado factura pero tras 100 kms de cicloturismo, a pesar del largo viaje de la víspera, parece que le ha venido bien para calentar bielas. Por delante comienzan las escaramuzas concentrados en el jabonoso firme. Se estira el pelotón a las salidas de unas curvas de noventa grados. Sky y Canonondale saben que puede ser su día, ausente Kittel. Y a pesar de las caídas brindan un volatta a los aficionados que les esperan. Y que todavía tienen que esperar un día más para celebrar la victoria de algún paisano suyo por que será el francés Bouhanni quien se lleve il gatto alla acqua. Recordando a los tifosi que fue John Gadret el último francés que venció en una etapa del Giro (Castelfidardo en 2011).

Si las nubes les persiguen, Purito, Quintana y Urán tendrán que aclimatarse de una vez (en el Passo Gavia aún hay pingüinos). Mañana comienza otro Giro. Otra carrera, con una etapa de 200 kms (la mitad de lo que tuvo que recorrer Dario Beni para ganar la suya). Partirán de Taranto y si el guión cambia de una vez por todas habrá fuga, con permiso de los sprinters. Y cambio de maglia rossa, aún en poder del australiano Matthews. Pero llegarán a Viggiano con la mirada puesta en las montañas alpinas, cada vez más cerca, y en el recuerdo, cada vez más lejos, de aquellos años en que los ciclistas ganaban etapas con 20 años y bicicletas de hormigón.

Clasificación de la etapa:

1 BOUHANNI Nacer 2:22:06

2 NIZZOLO Giacomo

3 VEELERS Tom

4 FERRARI Roberto

5 VIVIANI Elia

 

 Clasificación General:

1 MATTHEWS Michael 12:28:43 0:00 


2 PETACCHI Alessandro +0:08 


3 OSS Daniel +0:10 


4 SANTAROMITA Ivan + 0:14 


5 WEENING Pieter + 0:14 


6 DURBRIDGE Luke + 0:14 


7 TUFT Svein + 0:14 


8 PAUWELS Serge + 0:19 


9 URAN URAN Rigoberto +0:19 


10 VERMOTE Julien + 0:19