El negocio de las eléctricas
Por Jose Cartañá , 11 marzo, 2020
Recicla. Reutiliza. Reduce. Las 3 “R” que todo buen ciudadano preocupado por el medio ambiente deben tener en cuenta. Nos dan directrices a seguir mientras nuestros políticos y grandes empresarios siguen promoviendo energías no renovables como la extracción de petróleo, carbón y la energía nuclear. La quema de estos combustibles fósiles produce gases contaminantes acentuando así, el efecto invernadero y el cambio climático.
El cambio climático, aparte de causas naturales, también proviene a partir de nuestro modo de producción y consumo energético. La temperatura ha aumentado y también el nivel del mar debido a la expansión de los océanos (cada vez más calientes). El impacto del cambio climático podría ser devastador. Falta de agua potable, cambios en la producción de alimentos, inundaciones, tormentas, sequias y olas de calor.
Los dirigentes no dejan paso a energías renovables, como la solar, la eólica, la geotérmica y la hidráulica; ya que se llenan los bolsillos con sus puestos multimillonarios en empresas eléctricas. Muchos políticos que habían estado anteriormente en primera línea, actualmente ostentan altos cargos en estas compañías.
Según un titular del pasado marzo de 2019 del diario Público, “los beneficios de las eléctricas aumentan 35 veces más que el consumo de luz”. Eduardo Bayona explica en su artículo que las tres principales compañías del sector, Endesa, Iberdrola y Naturgy, las cuáles obtienen alrededor del 80% del mercado del estado español, consiguieron un avance del 14,3% respecto el año anterior mientras que la demanda de energía creció sólo el 0,4%.
En el mercado automovilístico se está dando un paso hacia la transición al vehículo eléctrico. Según un artículo de septiembre del 2018 escrito por Rubén Fidalgo en la página web autoocasion.com hay que destacar la importancia de que la industria del automóvil nos vende los coches eléctricos como “Cero emisiones” pero que no es cierto. Los vehículos eléctricos no emiten humo pero si otras partículas y además, la energía que los mueve proviene en más de un 70% de energías no renovables muy contaminantes.
La gran mayoría de la energía eléctrica en el estado español se genera de dos formas: de reacciones nucleares o quemando algún combustible. Apenas un 20% proviene de energías renovables como la eólica o la solar.
¿Entonces qué ventajas tiene el uso del automóvil eléctrico? En primer lugar, las marcas cumplen sus objetivos de reducción de emisiones. Es decir, los fabricantes del vehículo eléctrico pasan el problema de la emisión contaminante a los productores de electricidad. En segundo lugar, los motores del coche eléctrico consumen casi la mitad de energía que uno de combustión. Son más eficientes, transformando en movimiento alrededor del 95% de la energía que consumen, en frente del 40% en el caso de los motores de combustión.
Así, la única buena noticia es el hecho que se aproveche más energía con el coche eléctrico y no con el de combustión.
No han entrado de forma aplastante en el mercado hasta ahora porqué son caros debidos al precio de las baterías, las cuáles además tienen una baja autonomía (no permite realizar más de 250 km sin recargarse) y no existe una red de cargadores en las ciudades y carreteras que facilite la recarga de forma rápida.
Pero este panorama está cambiando. El gobierno está favoreciendo medidas que aceleran el uso de coches eléctricos. Como apuntaba a finales de enero Conchi Lafraya para el diario La Vanguardia la clave está en que el estado español teja una red, en la que sea fácil y rápido cargar la batería del vehículo en los viajes. Lo normal es que los conductores hagan sus cargas en casa, pero también en ruta puedan hacerlo.
Con esta situación, las compañías eléctricas tradicionales han abierto una guerra comercial para implantar puntos de recarga por el estado, sellando alianzas con gasolineras, restaurantes, hospitales, etc para colocar puntos de recarga en sus instalaciones.
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