El Último ROMÁNT1C0
Por Iván Trapero , 27 enero, 2015
Hace unos días escuche, y leí en múltiples medios, que el fútbol se quedaba sin otro genio más de la vieja escuela.
“Juan Román Riquelme, deja el fútbol”, así de solemne y de frío me lo presentaba la prensa, yo cuando me enteré de ello, me emocioné no lo voy a ocultar, y tras esto lo compartí con mis amigos como si de un gran acontecimiento se tratase, y la verdad que para mí lo era.
El 10 llevó vidas paralelas con “ D10S” ya que los dos se criaron en Argentinos Juniors, después Boca sería el amor verdadero, y tras esta, coquetearían ambos en Europa con el Barsa, bifurcándose el camino de Riquelme del de Maradona, siendo el Villarreal el elegido para seguir su andadura europea, para luego volver a Boca, y concluir en Argentinos Juniors.
Entre todo esto jugó 672 partidos entre clubs y selección, sumó 173 goles y 255 asistencias, 13 títulos en 18 años, entre ellos 3 Libertadores, 1 Intercontinental ganada al Madrid de los Galácticos, una copa del mundo sub20 y una participación en el Mundial de 2006.
Un verano cuando yo tenía unos 8 o 9 años, de vacaciones me hice amigo del socorrista del hotel de mis tíos, era argentino y siempre terminábamos hablando de fútbol, y un día me dijo con esa labia y retórica típica de los argentinos, -“Iván sos un pibe muy chico, pero un enamorado del fútbol sin duda, si te gusta el Diego, sigue a Juanrro, el Torero, le llama mi viejo, la nueva perla del Barcelona, es todo un canchero”. Hoy todavía me acuerdo de ese verano y de Enzo, y le doy las gracias por darme ese gran consejo, y por descubrirme un jugador irrepetible.
Román, Juanrro, Riquelme, El 10, Topo Gigio, aunque para mi desde ese día sería el Torero, y cuando crecí y seguía mirando sus partidos, lo entendí todo, balón al 10 que este la baje al piso, la lleve pegada al pie, con la cabeza arriba, y esa mano tonta como la dejan los toreros con el capote, cuando se disponen a torear, solo que él lo hacía con los defensas.
Riquelme como digo yo, es el futbolista que ha jugado, donde ha querido, como ha querido, en el momento que él ha querido, y en el equipo que él ha querido, por eso es el jugador que más veces ha jugado en La Bombonera, con 206 partidos, y como él decía «La Bombonera es como el jardín de mi casa: no puedo jugar en otro lado» y como le dijo Van Gaal «Usted es el mejor jugador del mundo cuando tenemos la pelota, cuando no la tenemos jugamos con uno menos«.
Román es ese jugador de partidos especiales, siempre jugaba los partidos importantes, y asumió aquél “penal maldito”, que falló en semifinales de Champions contra el Arsenal, que de alguna manera le condenó en Europa. Un acontecimiento para mí muy injusto, ya que aparte de querer una final de Champions española, quería que Riquelme llegara a la final para verlo frente a Ronaldinho. Me acuerdo de ese día perfectamente, porque mi madre me castigó en mi habitación por discutir con mi hermano, y me dejó sin lo que más me dolía, ver el partido.
Yo me acuerdo que abría la puerta a escondidas para seguir el partido, y cuando estaba disimulando con la puerta cerrada, escuché a mi padre decir penalti, y seguidamente mi padre dijo – “¿Riquelme?, este lo falla, vaya cara de miedo”. Yo pensé, ¿Cómo lo va a fallar?, si es Riquelme. Por desgracia sabemos todos quien llevaba la razón. Al terminar el partido mi padre vino a mi habitación, y me preguntó ¿Qué lloras, por el castigo?, yo asentí con la cabeza que la tenía boca abajo pegada a la almohada, y mi padre me dijo, “No me engañes anda” y se fue, yo sabía que me había entendido.
Se despide del futbol un emblema del futbol, el emblema Xeneize, con permiso de Maradona y Palermo, se despide del futbol el torero que capoteaba con el balón, el artista de los túneles, el último diez digno heredero de Maradona, y que le cedió el número a Leo Messi, se acabaron las gambetas, los pases y pases que hacían mejor a sus compañeros, se acabaron los tangos que bailaba con los defensas, se acabó ese nexo perfecto entre el centro del campo y la delantera.
Riquelme ha sido, para que la gente me entienda, y de esta manera, también mi gran amigo Andrés lo entenderá, ha sido mi «Zidane personal». Ha sido la elegancia hecha futbol, la calidad precisa, en el momento idóneo, ese partido que no juega tu equipo, pero que merece la pena verlo solo porque juega él.
A nivel personal, solo me queda expresar mi infinito agradecimiento, y mi eterno respeto a esa persona, que me ha dado tanto buen fútbol, que con eso ya me alegraba los días y me hacía seguir queriendo jugar, por pedir, espero que algún día llegues a leer este pequeño homenaje más que merecido, que este periódico y esta persona hace que tu figura todavía se siga alargando.
El futbol pierde un grandísimo jugador, pero ha ganado una leyenda viviente, supongo que algunos no compartirán esta postura, pero que le voy a hacer, supongo que seré el último ROMÁNT1C0.
Eternamente Agradecido, Click para ver vídeo
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