El viaje infinito: fotografías y texto de Franc Vila
Por Alfonso Vila , 24 febrero, 2014
¿Qué tienen en común Dénia, Ginebra y Hong Kong? Son ciudades que están junto al agua, junto al mar, junto al océano, junto a un gran lago. Y el agua influye en el clima pero también influye en las personas. ¿Es lo mismo nacer en un valle cerrado, rodeado de montañas nevadas que en una orilla abierta, fácil de recorrer? Probablemente no. El agua es cambiante, veloz, inabarcable. El mar, el lago, el río tiene su carácter, su humor. A veces es tranquilo, se deja navegar. Otras veces se vuelve terco y violento como un caballo salvaje. Hoy nos quedamos con estas aguas del poema:”Aguas tranquilas, sin dueño”…
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