Entrevista a Los Coronas
Por Begoña Caballero , 11 junio, 2014
La semana pasada fue cuando el Festival Tres Sesenta de Pamplona llenó de vida, color, gastronomía y música a la ciudad. Grandes grupos que fueron la delicia para los oídos más exigentes dieron lo mejor de sí sobre el escenario.
Y tuvimos la oportunidad de entrevistar a algunos de los protagonistas. Entre ellos, a uno de los mejores grupos de música instrumental de nuestro país, Los Coronas. Y uno de sus componentes, David Krahe, nos concedió esta interesante a la vez que divertida entrevista.
Los Coronas se consolidan allá por el año 91 y desde entonces poco a poco ha ido ganando popularidad y adeptos hasta convertirse en habituales de muchos festivales. Una recompensa a un trabajo bien hecho, sin duda…
Es verdad que llevamos muchos años y hemos ido muy poquito a poco. Los primeros años fueron difíciles, complicados porque el género de la música instrumental, a pesar de que en España se perdiera como tantas otras buenas cosas, tuvo cierta tradición. Y nosotros decidimos recuperar y formar un grupo allá por el año 91 sin realmente grandes aspiraciones. Y eso ¿Qué nos ha permitido? Ir creciendo muy poquito a poco. Ir recorriendo este camino a lo largo de todos estos años, despacio y disfrutando mucho del paisaje. Y hacer las cosas cómo, dónde y cuándo hemos querido. Y ésa ha sido nuestra manera de ganarnos el respeto después de tanto tiempo.
Además sois una formación que ha ido cambiando constantemente en búsqueda de su propio rock and roll y surf instrumental. Siempre “surfeando” para intentar renovar, intentar ir más allá. Tiene que ser algo fascinante…
Si… Hay que tener en cuenta que es cierto que cuando empezamos la identidad del grupo era muy distinta a la que tiene ahora. Ahora estamos más preocupados por controlar y de ver realmente los parámetros y los registros del sonido instrumental como estilo. Y ya no sólo en aprender la destreza o desarrollar una carrera como músicos, tanto a nivel individual como conjunto. Estamos más encaminados a desarrollar la esencia del estilo más que buscar un sonido más personal o propio.
Es verdad que nosotros nos hemos encontrado por el camino con muchos grupos que ponían sobre el escenario la fórmula musical. Nos han permitido desarrollarnos como artistas y aprender muchas cosas porque quizás, desde nuestra humilde posición queríamos hacer algo más por aportar algo al estilo y desarrollar un color o una atmósfera que no estuviera tan explotado.
Llega un momento en el que Los Coronas deciden incorporar la trompeta hasta llegar a convertirse en uno de los instrumentos imprescindibles. ¿Cómo surgió esa idea?
Yo creo que la trompeta es un factor determinante ahora mismo en el sonido de Los Coronas. Y más si se hace una lectura cronológica y retrospectiva de lo que es la evolución del grupo. Es verdad que creo que marca un antes y un después en el sonido desde que se introdujo con nuestro tercer disco.
La trompeta es fundamental. Hasta el punto de que es uno de los instrumentos más protagonistas. Nosotros empezamos siendo un grupo de guitarras y ahora yo diría que las guitarras escoltan a la trompeta.
Vosotros que habéis hecho giras ya no solo en nuestro país sino en gran parte del extranjero, EEUU, Australia etc. Imagino que el surf rock se vivirá de diferente manera en unos sitios más que en otros. Pero según vuestra experiencia, ¿dónde se vive con más intensidad?
Es cierto que se vive de una manera muy distinta y tampoco se vive igual en ciertas partes. No es que se viva de una manera dentro de España y de otra fuera de ella. Pero sí que es verdad que, quizás, en el mundo anglosajón hay más homogeneidad porque no se puede olvidar que al final es un género musical eminentemente anglosajón y eso pesa. Pero desde el punto de vista del público, donde se vive con más intensidad es quizás México.
El público mexicano es un público muy entendido, posiblemente por la cercanía también con la frontera de Estados Unidos y también a su vez por la cercanía cultural con España. La música instrumental tiene también mucho de raíces mediterráneas y por la confinidad que tiene en el idioma etc. con España y lo convierte en muy entendido. Y luego ya, por el carácter del mexicano, festivo y muy intenso de vivir las cosas cada segundo con intensidad máxima. Los conciertos de música instrumental en ese país son espectaculares.
Nosotros que hemos tenido la oportunidad de tocar en un festival que se celebra en D.F, que se llama Vive Latino, y cuando fuimos a tocar en un gran recinto nos programaron para como a las 15 de la tarde y pensábamos que no iría mucha gente pero sin embargo, había 30.000 personas para un concierto de música instrumental.
Habéis grabado con Kaki Arkarazo pero luego se ha mezclado y remasterizado en Estados Unidos. ¿Qué nos podéis contar de esta experiencia y ha habido alguna anécdota confesable?
Bueno, con Kaki grabamos nuestro disco en Gárate. En el monte. Un sitio increíble y es además uno de esos sitios que como te descuides y depende de la época del año en la que vayas a grabar, como te caiga una buena nevada, lo mismo te tienes que quedar allí un mes incomunicado (risas).
Es un sitio en el que se trabaja muy a gusto tanto en lo personal como en lo técnico con Kaki. Un estudio de grabación absolutamente envidiable. Y luego el disco “El Baile Final” lo llevamos a remasterizar a Estados Unidos con un productor con el que ya hemos colaborado en anteriores ocasiones y también es una persona con la que se trabaja muy bien porque la comunicación es muy fluida.
“Adiós Sancho” ya está grabado y mezclado íntegramente en Estados Unidos. Lo hicimos con esta misma persona. Pero tuvimos un pequeño percance con nuestro trompetista que tiene pasaporte ucraniano. No sé porqué desde hace unos años los ucranianos son los malos de la película y fíjate cómo están los pobres ahora. Pues nuestro chico de la trompeta, se quedó en la Frontera y no pudo entrar. Era uno de los grandes sueños de su vida y no pudo cumplir. Esperemos que sea un tema que se pueda resolver para futuras ocasiones. El tuvo que grabar sus partes aparte. Fue un chasco para él y para todos.
Habéis compartido cartel con muchas bandas y algunas de la talla de Los Straitjckets o Big Sandy entre muchos otros. ¿Cómo describirías esa experiencia?
Bueno, yo creo que en general en la música instrumental hay mucha camaradería y bastante buen rollo. La relación que tenemos con otros grupos de música instrumental como por ejemplo Lost Acapulco de México, que es una de las bandas más importantes de México y un grupo muy consolidado, con un reconocimiento absoluto, la conexión total. Y cuando vamos allá estamos apadrinados por ellos y cuando vienen aquí, nosotros también les organizamos cosas por aquí etc.
Hay también una sintonía personal muy buena con Lorenzo Valdambrini, que tiene su propio proyecto de música instrumental y cuando ha venido aquí, lo mismo. En este, caso nunca ha podido tocar con nosotros pero si suele tocar con músicos españoles para girar. Se puede decir que hay generosidad humana.
¿Hay algún productor en concreto con el que os gustaría trabajar?
Hay varios. A mí me gustaría mucho por ejemplo con un productor que lo tengo atravesado desde hace mucho. Tuvimos un contacto en su momento para hacer un intento y él nos dijo que cuando quisiéramos que él nos iba a recibir con los brazos abiertos. Es el bajista de un grupo de los años 80 americano que se llama Lou Withny. Todos los discos que he escuchado que han pasado por esa mesa de grabación tienen un sonido verdaderamente alucinante.
Y nosotros, creo que ya nos hemos ganado, por lo menos, el poder darnos ese capricho. Pero éste es solo uno. Hay otro como Rick Miller, guitarrista del grupo americano Souther Culture on The Skids, que creo que está en Carolina del Norte, por la Costa Oeste. Un tío con el que además tenemos relación personal con él y hay también muy buen entendimiento. Yo creo que para el próximo disco de Los Coronas tendríamos que hacer un recorrido de costa a costa por Estados Unidos y grabar tres canciones en cada estudio. Eso sería genial. (risas). Eso sí, que primero se solucione el problema del ucraniano (risas).
Incluís dos versiones “Flamenco” de Los Brincos y “Take Five” que es una conocidísima canción de jazz. Se podría afirmar que a vosotros no se os resiste nada…
Es verdad que “Flamenco” es un clásico de música pop de Los Brincos y hay que decir que no hemos sido los primeros en hacer una versión instrumental del flamenco, hay que reconocerlo.
Lo del “Take five”, es cierto que es un clásico del jazz. Es reconocible probablemente en cualquier estilo. Para nosotros es un reto porque es jazz y la verdad es que nosotros no somos músicos con destreza suficiente para tocar jazz, pero nos la llevamos a nuestro terreno y no quedó mal. (risas).
Ya se sabe que las musas son bastante caprichosas. Pero ¿tenéis algún modelo al que seguir o que os sirva de inspiración?
Modelos concretos… habría que pensarlo. Yo, sobre todo, me fijo mucho en la carrera de los músicos que tiene muchos kilómetros a sus espaldas. Yo creo que esos músicos y esos artistas tienen un poso, una experiencia y un trabajo. Sobre todo, que les da un carácter que desde nuestro punto de vista es de respetar. Y ya no solo desde el punto de vista de afinidades musicales, te hablo de la gente que tiene trabajo a sus espaldas y en otras disciplinas. En España hay muchos currantes.
“Adiós Sancho” creo que es en honor a Sancho Gracia. ¿Erais grandes seguidores de Curro Jiménez y decidísteis componer algún tema haciendo un guiño a eso?
Si, si. (risas) somos de esa generación. Esa generación que ha seguido todos los capítulos. Cuando se estrenó, creo que tendría 7 u 8 años, y ¿el resto? alguno un poco más mayor, alguno más pequeño. Es de esas series que te marcan en la infancia o incluso en la adolescencia y más teniendo en cuenta la calidad de esa serie.
Por ello, creíamos que el fallecimiento de Sancho Gracia merecía un pequeño homenaje desde nuestra posición, que tampoco es que sea una posición muy reconocida… pero bueno. Lo importante es hacerlo.
Y para finalizar, (risas) así como a vosotros os encanta hacer algunos guiños a algunos personajes como a Sancho Gracia o Fernando Fernán Gómez entre otros, a mi me gusta también finalizar las entrevistas con un pequeño juego con el título de algunos temas.
– “Un buen día para morir”- ¿Hay algunos días mejores que otros para eso? (risas) lo de morir es muy fácil porque siempre se mueren a la primera. ¿Buen día o mal día? Cuando te toca, te ha tocado y no hay alternativa. Por eso es un buen día. Hay que pensar desde esa perspectiva sino, amigo mío, estás fastidiado.
– ¿A quién dirías eso de ….”Vete ya”? (risas) Oye ¡cómo está lanzada! me la has puesto para rematarla de cabeza y por la escuadra (risas). Voy a intentar no ser obvio, porque con todo lo que hay te puedes imaginar la gente que te puede venir a la cabeza. Pero yo, por ver las cosas un poco a nivel micro ¿eh? Que prefiero ver las cosas más cercanas, le diría a mi alcaldesa. Creo que, pero dicho con cariño, no porque nos haga un bien a nosotros como ciudadanos de Madrid sino a sí misma. Se haría un gran favor a sí misma. Y decirle que ahora es el momento.
– ¿Cómo finalizarías la frase que inicia como… “En el lago…….Me gusta bañarme sin guardar la ropa.
– ¿Qué es lo primero que te viene a la mente al escuchar… “Secret Agent Man”? Lo primero que me viene a la mente, por ejemplo, nuestro Secret Man casposo a la española que era Pepe Carballo. Un tipo como él. (Risas)
-¿Algún grupo o grupos que se puedan citar porque los consideráis verdaderos “Maremotos” de la música? Ayer tuve la suerte de ver, por no se cuánta vez, a uno de esos grupos que no te defrauda nunca a pesar de la veteranía. Y no creo que la veteranía sea un impedimento ni mucho menos. Sino al revés. Pero en este caso, tuve la suerte de que fuera martes, no trabajaba y escaparme a ver a uno de los iconos del rock americano de los años 80. El cantante de un grupo que se llama Dan Baird y estuvieron tocando aquí en Madrid e hicieron un repaso de toda la discografía de algunos clásicos y acabaron con una versión de Rolling Stones y Bob Dylan absolutamente sublime y me fui a mi casa con una sonrisa de oreja a oreja. Disfrutando muchísimo y viendo a músicos como éstos, y tal como hablábamos antes de modelos a seguir. Porque subirse al escenario, con 60 años que podrá tener, y verlos disfrutar con una energía, transmitiendo una fuerza enorme. Parecían que eran un grupo nuevo. Además si eso lo acompañas de clase y destreza, no hay mejor combinación de atributos sobre el escenario.
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