Érase una vez… un cuento
Por Eley Grey , 4 noviembre, 2014
. Descansaba en un rincón sucio y oscuro de un desván cubierto de polvo. Un día la casa se vendió, y comenzó a llenarse de luz, muebles y palabras. El cuento escuchaba las risas de una niña, sus pasos y sus sueños. En ocasiones se le acercaba tanto que creía sentir su respiración. Otras veces, pasaba semanas solo, con la única compañía de otros objetos rotos y abandonados. La imaginaba creciendo, viviendo la aventura de la vida. Pero un día la niña abandonó la infancia, heredó la casa y comenzó a reformar el desván.
. Mientras la mujer que dejó de ser niña removía cuadros y enseres antiguos, escuchó una voz ahogada que salía de algún lugar. Creyó sentir una soga apretando su estómago. Una corriente eléctrica le atravesó los pies y encendió un botón imaginario que le obligó a caminar, correr y buscar. Subió las escaleras y abrió cajones. Pasó horas y días navegando entre polvo, pero el dueño de la voz no apareció. Se sentó dispuesta a soñar, y su mente voló hacia montañas nubladas desde donde no se podía ver el horizonte. Recorrió valles de almendros y manzanos, donde había pueblos llenos de calles estrechas y retorcidas. Dejó de comer. Aprendió sin necesidad de estudiar, y se emocionó con la gente y las historias sin moverse de aquel desván. Soñó que un cuento la visitaba y le hablaba con una voz suave, cargada de sabiduría y amor. Cuando por fin despertó, un montón de páginas viejas revoloteaban a su alrededor. La niña que dejó de ser niña mucho tiempo atrás las leyó y recordó sus sueños.
. Cuando terminé de leer suspiré en un intento por alimentarme del polvo de la estancia, cerré los ojos y, por primera vez en mi vida, supe lo que tenía que hacer:
Supe que tenía que escribir un libro.
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