Escritores en televisión

Cada vez es más raro ver a un escritor en televisión. Cada vez hay más canales, cada vez hay más programas repitiendo los mismos formatos o las mismas temáticas, cada vez hay más personajes mediáticos escribiendo libros. ¿Será inversamente proporcional? Es decir ¿será que a menos escritores en pantalla más personajes escribiendo libros? O deberíamos hacernos la pregunta al revés ¿será que hay tantos personajes escribiendo que ya no hay sitio para los escritores en los medios? Puede que uno mire con cierta añoranza épocas pasadas, de menos, muchos menos canales, pero donde siempre había habido un rincón para la conversación con un intelectual, un artista, un escritor. Puede que uno mire ahora en Youtube, con mucha añoranza, programas como aquel irrepetible A fondo del irrepetible Soler Serrano. A fondo: el nombre ya lo dice todo. Pero, no hace falta irse tan lejos, ahí estaba el programa Negro sobre blanco, del no tan irrepetible Sánchez Dragó, o tantos y tantos programa desde aquel Si yo fuera presidente al Buenas Noches presentado por Mercedes Milá, donde siempre había un escritor a mano que podía ir a hablar de su libro.
Nada de eso existe ahora. Nos hemos de conformar con un Página Dos, que emite, por supuesto, la 2 de TVE los domingos por la tarde, presentado por Óscar López. Sí, es cierto, estamos ante un programa donde aparecen escritores, y eso me alegra; treinta minutos de tele muy amenos, donde se trata la actualidad editorial de nuestro país. Pero… ¿qué escritores aparecen? ¿De qué libros hablan? Los que hayan visto el programa sabrán que, efectivamente, se promociona un tipo determinado de literatura y se da cancha a unas pocas editoriales. Todo me merece el mayor respeto, tanto las editoriales como los autores como el formato mismo de Página Dos; sin embargo, uno se pregunta ¿cómo es que siempre salen libros de las mismas editoriales? Por cierto, grandes editoriales. ¿Cómo es que casi en exclusividad se habla de novela? Rara vez se cuela el cuento y el teatro, y la poesía ni está ni se la espera. Entiendo que un programa de una cadena de televisión pública también puede optar a entretener e informar bajo el prisma de los gustos, pretendidamente, mayoritarios y, por tanto, teniendo el betseller como referente. Pero, también entiendo que no debería retratar o buscar únicamente el interés comercial, especialmente el que favorece a las grandes editoriales que, precisamente, realizan sus buenas y caras campañas de márquetin para estar, a mano, en las mejores estanterías y en escaparates tanto de las librerías como de los centros comerciales. Al menos, nos dirán, en Página Dos aparecen escritores y no personajes mediáticos. Al menos, existe un programa sobre la actualidad editorial en la televisión pública y se emite en un buen horario. Sí, pero no podemos conformarnos con el monocultivo del al menos.
Mientras tanto, las editoriales medianas y pequeñas, que son la mayoría, deberán seguir siendo invisibles en televisión. Mientras tanto, Página Dos continuará siendo un escaparate de la literatura promocionada, un escaparate con envoltorio agradable y cultural, pero comercial hasta el punto de convertirse en remedo de las campañas publicitarias de las grandes editoriales. Mientras tanto, los personajes mediáticos seguirán publicando en esas mismas editoriales.

Edmundo Paz Soldán