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España ya no está en la lista de los 10 primeros países con más médicos por habitante

Por Lucía Berruga Sánchez , 24 mayo, 2014

Según el Atlas de la Sanidad Mundial publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en apenas un año España ha descendido hasta caer del puesto décimo del mundo en proporción de médicos por cada 10.000 habitantes al puesto 16. Es el segundo año consecutivo que el país desciende en la lista ya que hace dos años estaba en séptimo puesto, pasando a estar de 39,6 por cada 10.000 habitantes a 37.

Con este descenso España está poniendo rumbo al mínimo recomendado para los países desarrollados. Obviamente el número ideal de médicos es muy difícil de calcular pues depende de múltiples variables como el tipo de asistencia o la edad media de la población.

Por ello la forma de elaborar el estudio es tomando la medida de los últimos años, por lo que en el atlas de 2014 la OMS tomó los datos de entre 2006 y 2013; dicha elaboración evita que haya variaciones bruscas en los datos interanuales y permite mejor ver el cambio en la tendencia.

Debido a esta bajada continuada en los últimos dos años se prevé que el descenso será aun mayor de cara a los próximos años. Lo mismo que con los indicadores sobre el número de enfermeras en los hospitales, así como camas hospitalarias, los cuales han descendido en los últimos años, dando lugar a datos como el de la proporción de personal de enfermería española, que está situado en el puesto 49 del mundo.

Sin embargo y a pesar de todo España sigue estando por encima de la media Europea en el ratio de médicos (33,1 por cada 10.000 habitantes en el último año), y también del mundo (12,8). En los primeros puestos están Qatar y Mónaco con 77,4 y 71,7 por cada 10.000 habitantes respectivamente, sin embargo, por el lado contrario, casi la mitad de los países miembros de la OMS (45,8%) dicen en sus informes que tienen menos de un médicos por cada 1.000 habitantes.

El informe de la OMS refleja lo que hace unos años viene denunciando el Foro de la Profesión Médica: el desajuste entre el número de especialistas y los puestos de trabajo que ofrece el sistema que se ha reflejado en el creciente paro médico y en una mayor emigración en busca de oportunidades laborales.

Pero la emigración no solo se da en los médicos ya formados, sino en aquellos que aun no han empezado el MIR sin el cual, en España, no se puede ejercer. El problema viene cuando las plazas del MIR no se corresponden con el número de graduados, cifra que en este momento se situa en un desfase de unos 1.000 licenciados más que plazas para el MIR, lo que se traduce en que, como hay unos 7.000 graduados al año, uno de cada siete no tendrá plaza en el MIR. Los responsables de la Coordinadora Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) han declarado que los que se queden sin plaza tendrán que emigrar, ascendiendo en lo que va de año ya 3.400 médicos hayan pedido el certificado para emigrar; Álvaro Cerame, vicepresidente del CEEM, ha declarado que esta emigración «no es solo un compañero que deja su vida, sino dinero de todos que hemos gastado en formarle para que luego se vaya«. Además usando las declaraciones de la ministra de empleo ha dicho que «Irse fuera no es una opción como experiencia vital, como decía la ministra Fátima Báñez; es algo que se hace obligado porque no queda más remedio”.