Esperanza y lucha. Menores centroamericanos descalzos hacia USA
Por Andrés Expósito , 2 julio, 2014
El contenido de los sucios y escabrosos contenedores de basura, donde migajas y desperdicios de quien algo tiene y algo tira, siempre y en todo momento, será mejor para quien nada tiene, que estar como está, no teniendo nada.
Eso, y otros tantos rumores parecen sostener y entretener a cientos de menores inmigrantes centroamericanos, que cabalgan a lomos de la ilusión y la lucha, y la certeza sin haber estado, que en USA todo estará y será mejor que como todo ha sido y está siendo hasta ahora en su lugares y vidas, y es que, de donde vienen, ni siquiera existen desperdicios en los contenedores, y en múltiples lugares ni siquiera contenedores, y eso aprisiona.
Cruzaran Río Bravo, o se montaran a escondidas sobre La Bestia, esos trenes mercancías que surcan desde el sur hasta el norte, y alcanzarán sus particulares y deseadas Itacas, conocedores por otro lado, que a su llegada, lo más probable y certero es que sean deportados a su país de origen, aunque eso no les preocupa, volverán a intentarlo tantas veces como logren y colonicen una grieta para el anhelo, y tantas veces como el trayecto y los recovecos y grupos o criminales organizados, o maras, no acaben con sus vidas, o queden por estos mismos, pausadas sus ilusiones y esperanzas bajo secuestros, y en ello, sus vidas pasen a componer, única y exclusivamente, la esclavitud laboral o sexual, hasta que la muerte les traiga un extraño sucedáneo de la paz y la tranquilidad.
Y si se diera el caso, la posibilidad anhelada de acabar laborando dentro del territorio de USA, las condiciones serán nefastas, primitivas y esclavistas, pero estarán en Estados Unidos, y estarán con una propiedad y un recurso, como si hace décadas batieran en los ríos bajo las montañas, platos para asomar y manifestar las pepitas de oro, y en esta ocasión y en este presente, las pepitas son un trabajo. Y es que, cuando trabajar se convierte en un recurso en extinción, una lucha indescifrable e inalcanzable por la obtención de algo que debería ser, en todo caso, algo probable y posible, el problema y el error no está en quien emigra, en quien acude a la trampa, al sortilegio del instante y de la improvisación para de manera sagaz alcanzar su consecución, sino en quien, debiera política y económicamente, que para eso tienen el cargo y la potestad que se le ha dado, trazar las líneas y curvas necesarias para erradicar esta constante: menores centroamericanos descalzos hacia USA
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