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Eutanasia ¿Solución u homicidio?

Por Natalia Méndez , 1 marzo, 2014

El debate social acerca de la ética de practicas la eutanasia vuelve a estar en boca de todos; y especifico que el debate es social porque el político, en países con bases legales tan cristianas como España (lo queramos reconocer o no) lleva aparcado mucho. En Europa, Holanda; Bélgica; Luxemburgo y Suiza gozan ya de una legislación que permite la eutanasia activa (con asistencia médica).

La despenalización de la eutanasia a menores de 18 años y sin límite de edad en Bélgica ha desatado de nuevo las críticas. Este procedimiento debe contar con la aprobación de los padres o tutores del menor y de un tribunal médico; además, la enfermedad debe ser terminal; los dolores físicos del paciente deben ser extremos y resistentes a cualquier medicamento médico; y siempre y cuando la muerte a corto plazo sea inevitable. Esta medida cuenta con el apoyo del 75% de los holandeses, el apoyo del parlamento y está a la espera tan solo de que el rey Felipe refrende la medida. Los precedentes los sentó holanda, aunque en este país el límite de edad es de 12 años.

Esta medida responde a una exigencia generalizada por muchos de los europeos, según muestran los sondeos llevados a cabo por Isopublic y Gallup en los países en los que la eutanasia aun no es legal , exceptuando los países del este (Alemania; Austria; Dinamarca; España; Finlandia; Grecia; Irlanda; Italia; Portugal; Reino Unido; Suecia; y Francia, la cual, siguiendo promesas de Hollande, se encuentra inmersa en este debate para preparar una ley próxima al suicidio asistido suizo). Los resultados son claros: más de las tres cuartas partes de la población sondeada apoyan y esperan una ley definitiva a favor de la eutanasia. De las preguntas más significativas podemos destacar la primera <<¿considera que cada individuo debe tener la posibilidad de determinar en modo autónomo cuándo y cómo quiere morir, o bien que no debería ser cada persona en particular quien decida?>>, donde el punto más alto lo marca Alemania con un 87% hasta el 52% de Grecia. Hay que destacar también que la mayoría absoluta de los entrevistados no está de acuerdo con que médicos y asistentes de la eutanasia puedan ser condenados o “castigados” sin poder ejercer tal actividad.

Este tema en la política española roza el tabú, pero en la calle ya en 1988, un sondeo del CIS reflejó que una mayoría del 60% creía que <<un médico debería tener la posibilidad de acabar, sin dolor, con la vida de un enfermo incurable si este se lo pide libremente>>. Un sondeo similar publicado en 2009 mostraba que 6 de cada 10 ciudadanos creen que España debería haber una ley que regulase la eutanasia; sólo uno de cada 10 se opone abiertamente. Actualmente las posiciones favorables superan el 63%, el 80% si se cuentan las posturas más matizadas. Mientras, ni la eutanasia no el suicidio asistido son legales, solo nos queda la sedación terminal.

Para terminar quiero destacar las palabras de Fernando Soler, secretario de la Asociación Derecho a Morir Dignamente; una de las personas que más ha luchado y lucha en España por que esta situación cambie en España. Él asegura que tras la oposición a la legalización de la eutanasia solicitada y voluntaria en España, y muchos países europeos, está la concepción religiosa que considera la vida como un don divino que no nos pertenece; lo cual considera que no puede pretender imponerse socialmente pues en la moral cívica nadie está legitimado para imponer sus creencias como si de una doctrina se tratase.