Félix Molina Colomer presenta «Tan gastado corazón», su último poemario.

Fotografía: Elga Reátegui

El pasado jueves 22 de septiembre en la localidad marítima de Nazaret (Valencia), vecinos y amantes de la poesía se reunieron en el Colegio Nuestra Señora de los Desamparados para asistir a la presentación en sociedad de «Tan gastado corazón» (Neopàtria, 2016), el poemario más reciente de Félix Molina Colomer. El autor del libro congregó a un buen número de personas incluyendo personalidades destacadas de la cultura valenciana, como: la poeta, novelista y periodista peruana, Elga Reátegui, la poeta, difusora cultural y presidente de la asociación Concilyarte, Mila Villanueva o el pintor José Lapasió.

El acto fue introducido por Antoni M. Bonet, editor de Neopàtria, quien puso de relevancia el talento de poetas valencianos como Félix Molina, autor que publica su segundo poemario pero se revela como un poeta verdadero, algo que sabe distinguir muy bien el ahora editor de Neopàtria —antes de Germanía Comunicació—, en ambos casos, compartiendo responsabilidades con Manel Alonso i Catalá.

El poeta recitó una selección de poemas del libro y dio buena cuenta con ello del estilo tan peculiar que lo caracteriza. Poemas como «Que llueva», de tono melancólico, «Inmanencias» metafísico o «Encuentro» de magia y celebración, delimitan los límites de un extenso territorio emocional que el talento lírico de Molina Colomer abarca, unos parámetros que por todos sus poros respira romanticismo.

Los músicos: Azucena Molina (flauta) y Alfran García (piano), deleitaron a los presentes con exquisitas piezas musicales que iban alternando con el poeta tras la lectura por bloques del poemario. El propio autor es músico (saxofonista), además de químico y maestro pastelero, por lo que no podía faltar en la presentación —ni lo hace en el libro— la presencia y alusión musical.

Hacía mucho tiempo que no veía a un poeta emocionarse con sus propios versos. Ello ocurrió cuando el autor de Nocturno y premeditado (Círculo Rojo, 2015) dio lectura al poema titulado «Calendario», su voz se quebró en el penúltimo verso y el silencio ante la imposibilidad de rematar el poema dio paso a un aplauso del público quien comprendió la emoción y lo arropó con una amplia ovación por ese fuego interno que también se reflejó en su rostro.

«Tan gastado corazón» es la constatación lírica de un poeta que ha llegado para quedarse. Una poesía tan sencilla en apariencia como complejamente honda, tan celebratoria como reflexiva, tan poliédrica como humana.

La creación

 

Están escritos ya todos los versos, pensaba.

Fue entonces que me di de bruces

con tus grandes ojos verdes,

deslumbradores. Y la luz se hizo…

 

Félix Molina Colomer (Tan gastado corazón, Neopàtria)

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