Fotografías habladas(III): Su opinión también cuenta
Por Alfonso Vila , 1 febrero, 2014
¿Quién no ha tenido nunca un perro? ¿O ha visitado una casa con un perro? ¿Quién no se ha sentado en un sofá con un perro cerca? ¿Quién no ha acariciado distraídamente a un perro mientras habla? Los perros se pasean por la casa, se acercan al dueño, se dejan querer por las visitas, pero casi nadie les presta demasiada atención. Después de la comida un café en el comedor. La charla animada, los niños tal vez jugando. Y el perro atento. El perro no habla pero en cierto modo también participa en la conversación. Está pendiente de cada palabra, de cada gesto. Y el tiempo pasa y el perro espera paciente. Porque sabe que en cualquier momento alguien se acordará de él y lo sacará a pasear. Y mientras, bueno, mientras se puede observar a los humanos, esos seres tan complicados y torpes. ¡Y tan habladores!…
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