Gracias, España
Por Esther Patrocinio , 19 junio, 2014
Desde hace unas horas la selección española de fútbol prepara las maletas para volver a casa. Nos han eliminado justamente, no somos el mejor equipo del mundo y por eso Brasil 2014 no será una segunda estrella para nosotros. No es la hora de los reproches ni las quejas. Es la hora de dar las gracias por esos maravillosos años en los que primero ganamos la Eurocopa de 2008 en Austria, el mundial de 2010 en Sudáfrica y la última Eurocopa de 2012 en Polonia y Ucrania.
Gracias a los que formaron parte de esos equipos que nos regalaron tantos buenos momentos. A los que ya no están como Pujol; a los que dicen adiós a la selección por su edad como Iniesta, Xabi Alonso o Xavi Hernández, a los que pese al miedo a la derrota se mantuvieron firmes y lucharon como Iker Casillas en los penalties ante Italia; al entrenador que formó ese grupo y que falleció; Luis Aragonés, a mi paisano Del Bosque que supo continuar en el proyecto sin olvidar que otros antes allanaron el camino para que las victorias de España fueran posibles.
Gracias porque esta niña que en 1994 trasnochaba, con o sin permiso paterno, para ver los partidos del mundial de Estados Unidos vio compensadas las lágrimas, la rabia y la frustración del partido en cuartos ante Italia, donde Luis Enrique salió con la nariz más rota que entera.
Aficionados españoles (Löwenbräukeller – Munich)
Gracias por hacernos olvidar la eliminación en la fase de grupos del mundial de Francia 1998. Gracias por sustituir las memorias de esa caída en cuartos ante Corea del Sur en el mundial de 2002 y de la derrota en octavos ante Francia en 2006 por esas imágenes tras ganar a Alemania en semifinales en 2010.
Gracias por demostrar que el pasado no cuenta, sino el trabajo día a día y la confianza en uno mismo y en el equipo que te rodea. Gracias porque durante estos años los españoles que vivimos en el extranjero nos hemos sentido un poquito menos lejos de casa con cada uno de vuestros goles.
Gracias porque en estos años habéis sabido ganar con humildad y deportividad. Gracias por esa estrella que siempre será nuestra y ¡manos a la obra! Tenemos dos años para demostrar que las últimas victorias no fueron fruto de la casualidad.
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