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Incompetencias selectivas

Por Juliano Oscar Ortiz , 6 febrero, 2015

La ley de Murphy, ha sido superada muchísimas veces: » Cada uno asciende hasta su nivel de incompetencia”. De tener al mejor operario, para ascenderlo a encargado, pasamos a perder al mejor operario para pasar a tener al peor encargado.

“Toda gran empresa tiene reservados un cierto número de puestos para ser ocupados por incompetentes”. Marshall Owen

Vemos a menudo como se ramifican esas personas que, desgraciadamente, llegan a toda organización empresarial. Generalmente, dueños de una sonrisa falsa y de una soberbia insoportable, su accionar es un ancla que impide el desarrollo y el talento. Los que hasta poco tiempo atrás, eran los mejores empleados y sobresalían en varias tareas, al convertirse en encargados o jefes de sector, se transforman en indecisos y torpes con la consiguiente pérdida de estima y valoración por parte de sus superiores y de sus ex compañeros.

Estos seres cuentan con las siguientes características:

No reconocen lo que no saben.
Le echan la culpa a otra persona, siempre de una posición menor.
Se auto engañan.
Son complicados. Abundan en explicaciones que no aportan nada.
Lógica irracional. Son capaces de hacer creer que pueden predecir cualquier suceso en el futuro.
Envidiosos, tratan de hacer naufragar cualquier proyecto de otra persona que incida en su trabajo.
Creen que su pequeño mundo personal y profesional es importante para la empresa.
Retrasan el trabajo y si un empleado de nivel menor les pide un favor dicen que están muy atareados.
Son maldicientes y no dudan en hacer correr rumores sobre otros empleados.
Son individualistas.