Ineptitud absoluta
Por José Luis Muñoz , 19 septiembre, 2019
No hay legislatura. Tras cinco meses sin negociaciones, sin tomarse un café ni con socios preferentes ni con opositores, Pedro Sánchez nos aboca de nuevo a elecciones y consigue revertir la victoria de la izquierda en una derrota. Felicidades a un presidente en funciones que ha dado muestras de una ineptitud absoluta precisamente para hacer lo que todo buen político debería hacer: negociar a la vista de los números electorales.
No sabemos en manos de qué Rasputín está el alma del líder del PSOE, a qué se deben esos vaivenes, quién le ha impuesto prohibiciones, aunque lo sospechamos. De aquel Pedro Sánchez que se sinceraba con Jordi Évole no queda ni rastro.
Durante esos cinco meses de inacción absoluta, y no gobierno, el líder socialista se ha empeñado en menospreciar a su socio favorito, aquel con quien querrían verle gobernando los que lo votaron: vetos personales, lo que vale para hoy no vale para mañana y triquiñuelas para simular falsas negociaciones. Lo único que parecía interesarle a Sánchez era la repetición de nuevas elecciones para ver, si como le auguran sus gurús, araña algún escaño más.
Parece muy ignorante el presidente en funciones al desear, en su fuero interno, jibarizar a Unidas Podemos o que, como ironizaba Pablo Iglesias, no se presente esta formación a las elecciones. Quizá el ocupante interino de la Moncloa no sacó máster en matemáticas, porque las cuentas, sus cuentas, no le saldrán tampoco tras esa enésima cita electoral, así es que podemos vernos abocados una y otra vez los ciudadanos a ir a las urnas por un político incapaz de hacer su trabajo, que es simplemente sentarse a negociar para tener gobierno.
Lo tenía muy fácil Pedro Sánchez para gobernar con ese gobierno de coalición que las urnas y los electores claramente le señalaban, iba a obtener apoyos del PNV y ERC que, en solitario, no le han dado y es muy cuestionable que se lo den tras su posible victoria en la próxima contienda electoral por el complicado panorama judicial.
Para explicar lo inexplicable, ese fenómeno paranormal que ha durado cinco meses, sospecho que los consejeros que tiene Sánchez El Renacido sean directamente sus enemigos, los que le están abriendo la tumba para enterrarlo y él no se haya dado cuenta. Lo defenestraron los suyos y ahora es él el que se tira por la ventana.
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