Invertir en España constituye un proceso no exento de cierta complejidad
Por José Julián Martín , 8 septiembre, 2016
Entre enero y marzo de 2016, España atrajo un capital extranjero de 2.966 millones de euros, lo que supuso un incremento del 14% respecto al mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, invertir en España constituye un proceso no exento de cierta complejidad, según recuerdan en QualityConta, una asesoría de empresas madrileña con más de 25 años de experiencia y líder en implantación de empresas extranjeras.
Javier Montero, socio-fundador del bufete, explica que respecto a la presencia de empresas extranjeras en nuestro país, existen tres opciones habituales para canalizar las inversiones, pero “dada las características de las mismas, es importante conocer en detalle sus trámites correspondientes”.
Así, podemos encontrar Oficinas de representación, que se caracterizan por no poder realizar actividades económicas, “si no que se limitan a representar los intereses de la empresa matriz”; Sucursales, que se consideran establecimientos secundarios dotados de representación permanente y de cierta autonomía para el desarrollo de las actividades de la matriz extranjera; y Filiales, que constituyen una sociedad nueva, con personalidad jurídica propia e independiente de la sociedad matriz.
“En el caso de que se opte por una constitución de sociedad, de una sucursal o de una oficina de representación es importante que se realicen determinados trámites: solicitud de certificación negativa de la denominación social, definición de cuestiones estatutarias, así como la apertura de una cuenta bancaria a nombre de la sociedad, sucursal u oficina de representación, entre otras”, añade Montero.
Normativa laboral
Además, todo inversor extranjero que va a crear en España una empresa deberá familiarizarse con los principios laborales básicos establecidos por nuestra normativa laboral.
En primer lugar, si el inversor extranjero pretende permanecer o trabajar en España, bien para intervenir personalmente en los trámites de apertura, bien para trabajar en nuestro país, deberá tener en cuenta lo dispuesto en la Ley de Extranjería.
Una vez obtenido el permiso o autorización correspondiente, el inversor tiene que conocer “cuáles son los pasos a seguir para la apertura de un centro de trabajo en España”, así como cuáles son las principales obligaciones impuestas a las empresas por la legislación laboral española para el desarrollo de una actividad.
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