Jamoncitos de pollo con cerveza
Por Anna Genovés , 6 febrero, 2014
Pepa era amiga de mi suegra y venía mucho a visitarnos. Por aquel entonces, recién casada y trabajadora activa, cocinaba muy poco. Un día me dijo: “ven que te voy a enseñar cómo se hace el pollo con cerveza”. Lo que nunca descubrió es que anoté todo lo que me dijo, y a posteriori, hice numerosas pruebas para mejorarlo.
Ella utilizaba todas las partes del pollo. Yo sólo uso los jamoncitos de esta ave de corral tan numerosa y socorrida para innumerables preparados culinarios.
Los muslitos están para chuparse los dedos: tan jugosos y sabrosos que se deshacen al masticarlos… Además, es muy fácil de preparar. Una de las primeras recetas que aprendí.
Ingredientes para 4 personas
- 8 muslitos de pollo sin piel
- 1 cebolla grande
- 2 o 3 patatas hermosas
- 3 dientes de ajo
- 1 cerveza de 33 ml con o sin alcohol ―al gusto.
- 1 pastilla de caldo de pollo concentrado
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
1- Colocamos los muslitos de pollo ―salpimentados― sobre la bandeja del horno, con un buen chorro de aceite.
2- Los cubrimos con la cebolla cortada en dados y los ajos picados.
3- Deshacemos la pastilla de Avecrem en un vaso de agua caliente. A continuación, la vertemos sobre el pollo y su guarnición.
4- Repartimos la lata de cerveza por toda la bandeja. Cubriendo bien los ingredientes.
5- Horneamos durante 45 minutos a 180º más o menos. Dependerá del horno que tengamos. Por eso es recomendable echarle un vistazo de vez en cuando. Siempre podemos bajar o incrementar la potencia calórica.
6- Colocamos, sobre el guiso, las patatas que previamente habremos cortado en rodajas de 1cm aproximadamente y dorado en una sartén. Dejaremos hornear media hora más a igual temperatura.
Mis consejos
Puedes cocinar los muslitos con piel, está muy sabrosa. Pero cuando no se sabe de dónde procede el ave, mejor quitarla.
Antes de incorporar las patatas, escúrrelas para que no dejen más aceite.
Los ingredientes pueden variar según tu gusto. Para cocinarlos con frutos secos, utiliza un puchado de piñones y alguna fruta desecada, media cebolla y una loncha de beicon. Si te gusta el tomate, guísalo con una cebolla y cuatro dientes de ajo, añade romero para que le dé el sabor tan especial de esta hierba. Es un plato apto para cualquier aderezo que pueda ocurrírsete.
Te aconsejo que lo tomes con un tinto joven Monastrell de la denominación de origen Jumilla.
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