JÓVENES ESPAÑOLES, PRECARIEDAD POR ENCIMA DE TODO
Por Noe , 7 octubre, 2014
El número de españoles que residen en el extranjero ha crecido un 5,5% desde el inicio de la crisis económica en 2008. Según datos del INE, en 2012, son 302.623 los jóvenes (entre 15 y 29 años) con nacionalidad española que residen en otros países, mientras que en 2009 eran 242.154, sin contar a los emigrados que no se apuntan en los consulados, que suele ser lo habitual, en el caso de los jóvenes. ¿Se van los jóvenes o los echan?
El colectivo Juventud Sin Futuro, que se dio a conocer en abril de 2011, con una manifestación bajo el lema «sin casa, sin curro, sin pensión, sin miedo» y que posteriormente fue impulsora del 15-M junto a Democracia Real Ya, sacó una campaña a través de las redes sociales para visibilizar el drama de estos miles de jóvenes que ya se han marchado a trabajar a otros países convencidos de que : No nos vamos, nos echan. Lo que ellos denominan «exilio». En muchos casos, el trabajo que encuentran fuera también es precario.
Por eso los jóvenes españoles piensan que es necesario un cambio radical.
Un estudio realizado por Metroscopia para EL PAÍS, entre los días 1 y 29 de abril con una muestra de 1.200 personas de entre 18 y 35 años, y otras 1.200 de más de 35 años, evidencia que la desconfianza de los jóvenes españoles hacia su país es enorme, ya que un rotundo 83% afirma que España “no se preocupa por el futuro de las nuevas generaciones”. También opinan de su país que “no es innovador ni estimula la creatividad”, según el 78%; y un 76% observa que “no tiene buenas perspectivas de futuro”. Además, el 70% sentencia que España no tiene claro cuál es el lugar que le corresponde en el mundo actual.
Por otra parte, los españoles no tienen confianza en que su situación vaya a mejorar, ya que el 66% de los consultados (jóvenes y mayores), están convencidos de que cuando sean mayores vivirán peor que sus padres, en la actualidad.
¿Qué tienen realmente los jóvenes españoles que se quedan? Precariedad, por encima de todo. Según el informe Panorama de la Educación 2014, el desempleo de los titulados españoles triplica la media de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Y sostiene datos como que aumenta la cifra de los jóvenes de 15 a 29 años que ni estudia ni trabaja, los llamados ninis, y que cuando encuentran trabajo, los contratos que obtienen son más precarios.
La situación ha empeorado en el último año. La tasa de paro ha crecido (más de la mitad de menores que buscan trabajo no lo encuentran, pese a llevar más de un año intentándolo), cuatro de cada diez empleados tiene un contrato temporal (y muy pocos superan el año de duración) y son mayoría los jóvenes con un trabajo inferior a su cualificación profesional.
El problema de los jóvenes que ni estudian ni trabajan aumenta desde el 2008, en todos los niveles educativos. Actualmente, España es el país de la UE con mayor porcentaje de jóvenes entre 15 y 29 años en esta incómoda situación: (25,79%) por delante de Italia (24,62%), según un reciente informe de la OCDE.
La situación es especialmente grave en Canarias, donde este porcentaje de ninis se eleva al 30,2%; en Ceuta (36,5%) y Melilla (30,2%). Por otro lado, el País Vasco (15,3%) y Navarra (13,7%), son las regiones con menos jóvenes que no estudian ni trabajan.
Según Juan José Dolado, experto en mercado laboral y profesor del Instituto Universitario Europeo de Florencia, no se trata de un problema particular de paro juvenil, sino simplemente de paro.
Por otra parte, los padres suelen tener otro punto de vista de la situación, ya que según un informe del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, los padres aseguran que están creando una generación de «menores incapacitados para enfrentar el mundo exterior por sus propios medios» y hablan de adolescentes y jóvenes «inmaduros, dependientes, mimamos e incapaces».
De momento, el aumento del paro y la precariedad laboral siguen impidiendo la emancipación juvenil, pese al actual abaratamiento de los alquileres.
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