La diversión al poder, ganan la NBA. Los Warriors son campeones.
Por Carlos Toribio , 18 junio, 2015
Finalmente, después de 82 partidos de temporada regular, unos playoffs complicados para muchos equipos, llegaron a la final los dos equipos más preparados de los treinta equipos de la NBA, los Cavaliers de Cleveland por la conferencia Este y de Lebron James, y los Golden State Warrios de Stephen Curry por la conferencia Oeste. Pasados seis partidos, ha triunfado el baloncesto alegre, divertido, de ataque, vistoso de los Warriors. Ese que en teoría, dicen los grandes analistas, no servía para ganar títulos de NBA, hacen que los de la bahía de San Francisco (California) logren otro título cuarenta años después de su último anillo.
Esta franquicia, que ha pasado por momentos complicados en los últimos años (solamente tuvieron un momento de gloria, cuando llegaron hace unos años a unas finales de conferencia con Don Nelson llevando la manija desde los banquillos y Baron Davis siendo su estrella), con fracasos importantes en la lotería del draft en los noventa, cambió por completo en el 2009, cuando eligieron en el número siete a Stephen Curry, que procedía de la universidad de Davidson College y posteriormente en el 2011 a Klay Thompson en el número once, procedente de Washington State.
Con estos dos pilares, un equipo formado a partir de draft (caso también de Green, su baluarte defensivo y por ejemplo triple doble en el sexto partido de las finales o el caso del pívot Ezeli), faltaba fichar algún jugador importante utilizando la agencia libre, y aquí llegaron en su momento jugadores como David Lee, Andrew Bogut o Andre Iguodala, mvp de esta final, ganando el trofeo Bill Russell, creando una gran sorpresa, y siendo el primer mvp de un jugador que ha sido reserva durante toda la temporada regular, después de 800 partidos de titular. Pero su gran trabajo defensivo sobre Lebron James, le ha valido este galardón. El plantel de jugadores, acabado formándose este verano, colocando dos piedras más para crear este equipo ganador: el brasileño Leandrinho Barbosa y Shaun Livingston. Con todo esto no hay que olvidar, que la gerencia deportiva decidió cesar a su anterior entrenador en verano, Mark Jackson, para colocar un entrenador rookie al mando del equipo.
Steve Kerr era el elegido para comandar la difícil tarea de ser campeón. Pasó de las 50 victorias de la temporada pasada a ganar 67 en temporada regular. Este ex base de los Bulls de Jordan, creó un modelo permitiendo conservar todo lo bueno que tenían los Warriors del pasado, pero colocando su granito de arena para dar el salto al anillo. Ha dado mentalidad de campeón a estos jugadores, ha sabido dar el rol a cada uno de ellos, y sobre todo ha impartido sacrificio de ganador a todos ellos (conjuntado con un gran equipo de entrenadores ayudantes, como Alvin Gentry, futuro entrenador de los Pelicans y Luke Walton, uno de los máximos exponentes del triángulo ofensivo de Phil Jackson). Es el séptimo entrenador rookie que gana el anillo, y precede a Pat Riley, que hizo lo mismo en 1982.
Stephen Curry, es la gran estrella en la actualidad del mundo de la canasta. Posiblemente es el mejor jugador actualmente, y ha sabido guiar a sus Warriors al ansiado anillo de la NBA. Junto a Klay Thompson, forman un dúo que puede dar mucho que hablar en los próximos años.
Pero por encima del entrenador y de la plantilla, hay un jugador que ha liderado este grupo de amigos, un chico de 27 años, un jugador que en su momento se puso en tela de juicio su madurez física por culpa de lesiones en los tobillos, y que parecía que no ganaría nada, pero Stephen Curry, ha sabido a base de triples, alegría, sonrisa, pero sobre todo su espectacular juego, llevar al ansiado anillo a los Warriors. Es el mejor tirador de la historia, el más imprevisible y rápido, y es el sexto mvp de la temporada regular que gana el anillo de campeón, uniéndose a jugadores como Olayuwon, Shaquille O’Neal, Reed o Bob Cousy. En estas finales, el hijo de Dell Curry, ex jugador NBA, ha promediado 26 puntos por partido, 44% en tiros de dos, 38% en triples y 6 asistencias por partido, realizando su mejor partido en el quinto partido, con 37 puntos en total, y 17 en el último cuarto.
Por tanto, Golden State Warriors se proclaman campeones de la NBA, ejerciendo de favoritos casi desde el principio de la temporada, y ganando a los Cavaliers de Lebron, que han sufrido mucho a causa de las lesiones, jugando desde el inicio de los playoffs sin Kevin Love (su mejor jugador interior), y desde el primer partido de las finales, sin Kyrie Irving (su base titular, y uno de los mejores point-guards de la liga). Lebron James, jugando todos los minutos posibles, se tiró el equipo a las espaldas, y llegó a ganar dos partidos, pero no ha sido suficiente. También hay que destacar el gran trabajo de otro entrenador rookie, David Blatt.
Lebron James, no ha sido suficiente, para poder ganar su tercer anillo. Las lesiones han lastrado a los Cavs.
Muchos analistas, ya vaticinan otra final Cavs-Warriors para la temporada próxima, con el favoritismo, si todos los jugadores están sanos, para los de Ohio, pero queda por delante un año largo, con un calendario que hace estragos, con un verano interesante en lo que se refiere en la agencia libre y un draft emocionante.
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