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La Infanta Cristina se queda sin la Medalla de Oro de Barcelona

Por María J. Pérez , 21 enero, 2016

A diferencia del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, quien decidió devolver de motu proprio la Medalla de Oro de Barcelona, la Infanta Cristina deberá hacer lo mismo por su imputación en el caso Nóos, pero en esta ocasión por decisión del Ayuntamiento de Barcelona.

Es la primera vez que el consistorio toma una decisión de esta índole y retira su máxima distinción municipal pues ya en 2014 había sido planteada idéntica petición por ICV-EUiA que sólo fue apoyada por ERC y no prosperó.

Ha sido este miércoles en el que la Comisión de Presidencia de Barcelona ha aprobado iniciar los trámites oportunos para despojar del reconocimiento que se le concedió a la hermana del Rey en 1997.

El portavoz republicano, Jordi Coronas, explicó el motivo de la retirada del galardón para hacer patente el «compromiso con la honestidad y la justicia social» del Ayuntamiento de Barcelona.

«No existe ningún mérito para que la Infanta sea merecedora de este galardón», ha afirmado el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, quien lamentó que la infanta no hubiera renunciado voluntariamente al premio.

Además, dicha propuesta lleva aparejada la solicitud de que la Infanta no utilice la distinción en ningún acto público mientras no se resuelva la investigación por fraude fiscal. Asimismo también insta a que «no tenga derecho al trato de Excelentísima Señora, ni ninguna precedencia protocolaria en cualquiera de los actos oficiales organizados por el Ayuntamiento».

El año pasado el rey Felipe VI revocaba a la Infanta el título de duquesa de Palma de Mallorca que le había concedido su padre, el rey emérito Juan Carlos I, con ocasión de su matrimonio con Iñaki Urdangarín.

Junto al Premio Cruz de San Jorge y el Premio Internacional Cataluña, la Medalla de Oro es una de los reconocimientos más prestigiosos que se conceden en Cataluña.

Con carácter estrictamente honorífico y carácter vitalicio, esta última es una distinción anual otorgada por el gobierno catalán que distingue, desde 1978, a una persona o entidad que hayan destacado por su labor política, social, económica, cultural o científica, ayudando a incrementar y difundir el patrimonio cultural de Cataluña.

Para hacerse efectiva la revocación de la medalla, el pleno municipal deberá ratificar la decisión y la alcaldesa Ada Colau firmar el correspondiente decreto.