¿Se puede revertir el envejecimiento? Muchos años lleva el ser humano luchando contra el proceso natural de “hacerse mayor”, pero ¿Hacia dónde vamos?
En los últimos días y debido a un encuentro de medicina en Nueva Gales, se han presentado resultados de cómo ha sido posible rejuvenecer células a través de la manipulación de los genes responsables, tanto del envejecimiento como de los llamados genes ‘jóvenes’. Esta investigación no solo ha experimentado con la posibilidad de revertir, sino de acelerar el proceso, para verificar si estaba en manos de los científicos el control de dicha manipulación. Según el estudio, y para ser cautos y más precisos, se trataba de trabajar específicamente con el deterioro muscular a través de la aplicación de una coenzima llamada Nicotinamida Adenina Dinucleótido, cuyo cometido está relacionado con la transferencia de electrones de una molécula a otra, y procesos de oxidación, entre otros. Los expertos en la temática avanzan que se podrían esperar los mismos resultados en seres humanos, y que el siguiente paso es el envejecimiento orgánico.
Y no es solo este estudio el que nos indica cual es la pauta marcada en este ámbito, ya que existen otras líneas de investigación más asociadas a “preservar” el cuerpo, o lo que es lo mismo, ‘dejar de morir’. Klaus Sames, un profesor de origen alemán, ha llevado sus investigaciones hasta el límite, llegando a tomar la decisión de criogenizar su cuerpo mediante un complicado proceso de congelación, traslado a la sede de Michigan donde se encuentra la empresa Cryonic Institute, y la sustitución de su sangre por una solución específica que mantendrá su cuerpo intacto hasta que el ser humano averigüe como revivirlo. Y para todo ello ha pagado la nada despreciable cifra de 21.000€.
Con todo esto, ¿hacia dónde va el ser humano? ¿Puede tener que ver con la degradación del concepto de vejez hasta la simple asociación con dependencia? ¿O es solo el miedo a morir lo que nos hace querer mantenernos aquí a toda costa? ¿A caso es el ego?
A pesar de que en culturas tan ancestrales como la japonesa, la edad es un símbolo de estatus, y la edad puede llegar a tenerse en cuenta para recibir según que trato, lo cierto es que la ingurgitación por parte de la “cultura occidental” está haciéndonos ver cada vez más todo lo relacionado con la vejez como algo casi peyorativo. Si buscamos en bases de datos online la definición de vejez, aun nos encontraremos un concepto sobrio y objetivo: “lo que es viejo”, “calidad de viejo”, otros. Pero solo debemos pararnos a las asociaciones lingüísticas, de significado o de entradas particulares de usuarios que hacen del concepto tales como: achaque, decrepitud, desvarío o decaimiento.
La vejez como una parte más de la vida, debería ser vista en términos más positivos, de actividad y bienestar mental y físico. El ser humano como especie es cada vez es más longevo, y aunque en ocasiones vaya acompañado de ciertas complicaciones, no debemos olvidar que forma parte de nuestro recorrido vital. Nos lleve donde nos lleve el devenir científico, la OMS nos recomienda pensar que la vejez formará parte de nosotros, y que a través de una vida activa, con dieta equilibrada y buenos hábitos diarios, seremos capaces de ‘añadir vida a nuestros años’
Licenciado en Psicología, Máster en Neuropsicología Clínica y con formación profesional en el sector del Marketing; tengo gran inquietud en diversos campos de trabajo, lo que en la actualidad me ha hecho querer formarme en temas tan dispares como la nutrición, la neuropsicofarmacología, la musicoterapia o la cooperación internacional. Hoy en día me dedico profesionalmente a la acogida humanitaria, y a nivel personal siempre me consideré un "inconformista algo rebelde"
Comentarios recientes